prepararse para una cita

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Subo las escaleras y llego a un pasillo consideradamente largo, los individuos están lejos asique acelero un poco la marcha. Al fin veo la luz, saco el mapa que me dejó Camy y me hago la distraida.

Emily
¡Ay! Que nerviosa estoy, solo faltan diecinueve minutos. Ostras, que ni me he duchado ni he elegido vestido, ni he sacado las pinturas ...

- ¡Ay, me va a dar algo! - grito sofocada.

- Eh oye, tranqui. - me responde Camy - A ver, ¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema?

- Pues, verás, esque me vino Shi diciendome que Harry le confirmó que podía quedar conmigo hoy a las 18:14.

- Uf, pues nena, te faltan diecinueve minutos.

- Si, eso ya lo se; ¿Me ayudas a elegir vestido plisi?

- Si Chiqui, cuenta conmigo, yo busco tu vestido y tu peinado, tú duchate y limpiate a fondo quitate todas las células muertas, y saca la cera o la epilady o lo que utilices para depilarte, venga deprisa.

- Gracias tía, te quiero

Me meto en el baño junto con lo fundamental y 5 minutos después salgo.

- ¿Tienes algo? - le pregunto a Camy.

- ¿Que si tengo algo?, lo tengo todo. - hace una pausa mientras enciende de nuevo el móvil y vuelve a dirigir su mirada sobre mi.

- Vale, vuelve al baño, empezaremos por las cremas y la ropa.

Mi amiga saca de su cuartito de baño su neceser y de éste saca cuatro o cinco cremas diferentes. Me mira y exclama con emoción ...

- ¡Para una piel extra suave!

La miro asintiendo con la cabeza y me va dando las cremas en orden para ponermelas; me ayuda a embadurnarme de crema antirritante, anti ... Anti ... Bueno no se un montón de cremas anti yo qué sé qué. Una vez realmente sedosa, Camy se acerca con una funda de vestido y una caja de zapatos.

- Ya llega, estoy llegando ... He medio llegado ... Y he llegado.

- ¿Tan valioso es como para estar guardado en una funda?

- Pues no, es un vestido de citas normal, corriente y moliente pero como es tu primera cita en toda tu vida, tiene que ser especial.

- Pues si iba a ser especial, podrías haberte ahorrado lo de normal y corriente - contesté yo con un tono más desanimado.

- Bueno si, dejemos ya la discusión y veamos el vestido ...

Camy coge la funda, la deja sobre mi cama y se limita a descender la cremallera.

- Y ... ¡Tachán! -exclama mi amiga.

Me quedo asombrada, es un vestido sencillo pero precioso, moderno y elegante. Posee un color azul precioso, sus mangas son cortas y dan un aspecto moderno al vestido, por atrás lleva una cremallera camuflada con el mismo tono de azul.

- Te gusta ¿Eh ...? - dice Camy al ver mi cara de asombro.

- ¿Gustarme? ¡Me encanta!

- Bueno, pues espera a ver los zapatos - mi amiga agarra el vestido y lo deja a un lado; seguido, coge la caja de zapatos y la posa delicadamente sobre mi cama.

- Tan frágiles como para tener ese cuidado no creo que sean los zapatos ... Claro si son los de cristal de Cenicienta lo entendería, pero no creo yo que sea el caso ...

- Bueno, todo se merece ser cuidado y bien atendido, sobretodo en una ocasión como esta.

Entonces mi amiga se vuelve hacia la caja y la destapa, en ese momento alucino como una cría. Unos tacones compañeros al vestido, eran preciosos, altos y modernos, elegantes y frágiles, no eran de punta, los de punta los repelo, pero estos eran, normales y únicos al mismo tiempo; eran ... Era el conjunto ideal para una cita. La parte delantera era de oro y el tacón y la suela eran azul cobalto, compañeros al vestido

 La historia de un cruzeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora