2. Baekboom

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Los rayos del sol habían llegado más rápido de lo que pensaron, invadían la habitación de Chanyeol burlándose de las oscuras cortinas de tela negra. Fue el castaño quien abrió los ojos primero, estiró sus piernas y brazos sin moverse demasiado y sin poder evitarlo dejó escapar un sonoro bostezo que no removió ni una ebra del chico que dormía plácidamente a su lado. Se tomó la libertad de girar su cuerpo para poder ver mejor al mayor; estaba boca arriba, podía observar claramente el contorno de su rostro, tenía un semblante tranquilo. Sus cabellos negros estaban despeinados y sus labios entreabiertos. Baekhyun quiso acercarse más, pero no lo hizo, retomó su posición inicial al despertar y soltó un suspiro, no sabía qué hacer, no le quedaba más que esperar que el mayor despertara y le llevara a casa, pero eso no sucedió como hubiese querido o si quiera esperado.

No supo exactamente en qué momento se quedó dormido de nuevo hasta que el celular de Chanyeol comenzó a vibrar y timbrar haciendo un escándalo contra el buró. Ambos chicos se removieron en la cama. Chanyeol tomó el aparato y contestó sin si quiera abrir los ojos del todo, Baekhyun pudo observar como el mayor se sentó repentinamente y colgó para después dirigir su vista a él,  inmutado,  el castaño se sentó sin saber qué decir.
— Baekhyun es mejor que te vistas, te llevaré a casa y si tu madre pregunta, dile que Boom tuvo que acompañarnos a Jongin y a mi a la universidad, ¿de acuerdo?— el pelinegro habló tan rápido que de inmediato Baekhyun se sintió aturdido, pero asintió apresurandose a tomar sus ropas dispuesto a salir de la habitación al baño. Una mano en su antebrazo le detuvo y miró sorprendido al dueño de la misma.
— Tranquilo, no te veo, pero date prisa, por favor.— le dijo el alto soltándole y comenzando a cambiarse él, Baekhyun abrió sus ojos con sorpresa y asintió girandose para comenzar a cambiarse también.
Chanyeol aún no podía creer que tendría que ir a recoger a su amigo a la casa de esa chica y más a parte traerlo a su propia casa para que se arreglara  y todo antes de las nueve de la mañana porque efectivamente, había olvidado que era la hora límite para entregar un proyecto que había olvidado avisar a sus amigos. Se giró para decirle a Baekhyun que se apresuraran pero la voz se le fue al ver de espaldas al castaño luchando por meter deprisa su playera, después despojandose de el pants que le había prestado; Chanyeol se había perdido en la palidez de sus piernas y por un momento se sintió impuro al preguntarse si habría partes del cuerpo de Baekhyun donde su piel fuese más tenue y delicada. Reaccionó rápidamente desviando su vista antes de que el menor se girara a informar que estaba listo.




— ¿Podría ir contigo a hacer el proyecto?— preguntó Baekhyun tras un largo silencio que se había apoderado del ambiente después de que Chanyeol le explicó el porqué de su prisa, omitiendo el hecho de que había sido culpa de su hermano.
Chanyeol sintió un vuelco en el estómago.


"...después de ese día me pidió jugar con él cada día que visité la casa de mi mejor amigo."

Había bastado una noche para que el menor se enganchara de la compañía de Chanyeol. Ahora el pelinegro no sólo había aceptado el hecho, sino que estaba feliz del mismo.




La mañana había corrido bastante rápida y acelerada para los cuatro chicos. Afortunadamente, el proyecto había sido entregado a tiempo. Como recompensa habían decidido ir a comer hamburguesas, tras ello Jongin se fue a casa y los Byun  irían a la suya, sin embargo, faltaban demasiadas horas del día y Chanyeol no tenía nada que hacer, o al menos nada importante y, es que en realidad, el pelinegro no quería separarse aún del más pequeño de los Byun. Para su suerte, el mayor le invitó a pasar la tarde a su casa.




Se encontraba la familia Byun comiendo y charlando amenamente. Chanyeol y Baekhyun no habían dejado de echarse miradas a pesar de haber tomado asientos separados en la extensa mesa de la casa.

A Baekboom no le paraba la boca en comer y hablar, haciendo reír a carcajadas a su padre y madre. Baekhyun aprovechaba tales chistes para entregarle sus mejores sonrisas al chico de ojos oscuros que le miraba atentamente con una discreta sonrisa en los labios.




— Joder, Yeol, es hermosa de todas todas. Mierda,  creo que estoy enamorándome— comentó Baekboom casi en susurro aprovechando que su hermanito se encontraba bañándose. Chanyeol le escuchaba atento y soltaba en risas, escuchar hablar así a su amigo le parecía extraño, sabía que no le duraría tanto el gusto, pero esperaba estar equivocado.

Rato después, Baekhyun volvió a la sala junto a su hermano y Chanyeol,  quienes estaban literalmente echados en el piso charlando. Al ver a Baekhyun aproximarse, Chanyeol se acomodó la ropa y se sentó de mejor manera recibiendo una sonrisa baja por parte del menor.
— Mamá quiere hablar contigo, Boom.— dijo el menor de los tres tomando asiento en el más amplio sofá.
— ¿Le dijiste algo de ayer, enano?—preguntó mirando a su hermano acusante, éste último negó ofendido, soltando una risa una vez que el mayor se retiró.
— ¿Porqué no está Jongin aquí? —preguntó tomando un cojín para colocarlo encima de sus piernas. Chanyeol se sintió un poco celoso ante la pregunta y se limitó a encogerse de hombros.
Estuvo a punto de decir algo cuando los pasos presurosos de su amigo se lo impidieron. Baekboom se había echado en el espacio restante del sillón y soltó una risa emocionado.
— Estoy a cargo, perras.— decretó y Chanyeol dejó escapar un involuntario "hey" en defensa de Baekhyun, él podía estar acostumbrado a ser llamado por esos vulgares apodos por su mejor amigo, pero no le había gustado que llamara así a Baekhyun. Por su propia reacción desvió la mirada, el mayor frunció el ceño extrañado y Baekhyun alzó ambas cejas después sonriendo internamente.
— ¿A dónde se van papá y mamá? — preguntó Baekhyun antes de que su hermano pudiese indagar en otro tema. El menor le echó una mirada cómplice al pelinegro y entonces éste supo que Baekhyun había entendido su reacción anterior, correspondió la mirada del pequeño sonriendo ligeramente avergonzado y riéndose en sus adentros.
— Irán a visitar a la tía Song. Regresan en una semana. Se van mañana...— dijo un poco incómodo,  soltó un suspiro y se sentó para alcanzar a darle un par de palmaditas en la espalda al menor, ya que éste había bajado su vista inevitablemente. — Vamos al divertirnos,  enano, casa sin padres, ¿recuerdas? Las mejores fiestas, como en las caricaturas...— le habló el mayor con la voz suave, olvidándose por un momento que su hermanito no tenía mas ocho años, sino que tenía ya quince años. Sin embargo, logró sacarle una inocente risa que Chanyeol grabó en su mente. Ahí estaba de nuevo ese lado blando de su mejor amigo, ese lado que solo había mostrado cuando se trataba de Baekhyun.




Chanyeol recuerda bien aquel día que llegó a casa de su mejor amigo junto a Jongin de visita como de costumbre. Ambos corrieron a la habitación del mayor y encontraron al castaño hecho un mar de lágrimas. Sin saber que hacer exactamente, se acercaron a su amigo y le abrazaron. Era algo que no solían hacer, pues con tan solo trece años ya se creían todos unos machos que no mostraban sus emociones, pues el otro le llamaría "niñita" o algo por el estilo. Recuerda también como Baekboom no le habló a mamá Byun durante días. Fue hasta después de ello que Jongin y él se hicieron a la idea de que Baekhyun no volvería pronto, pero para el mayor de los tres se había vuelto un tormento silencioso cada que se encontraba sólo en casa, sólo sin su hermanito.

El hermanito de Baekboom (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora