Escuela mortal

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Agarro a Helen por el brazo y comienzo a correr
-¿Sophie, que ocurre?- me pregunta tratando de mantener su voz estable.
No me molesto en responderle, es difícil -por no decir imposible- responder una pregunta a la que no tienes respuesta, y a pesar de que no lo hace a propósito, me está molestando.
Llegamos a la torre Sur, donde se guardan los suministros de pociones, y con un rápido movimiento de la mano quito el cerrojo de la puerta.

Una vez adentro, Helen tranca la puerta con una estatua de mármol con forma de gorgona. Ambas sabemos que no es suficiente, pero bastará para mantenerlos afuera un tiempo si nos encuentran.
Ahora, debemos pensar en como salir del instituto sin que nos maten, o nos vuelvan no muertos.

-¿Sophie qué vamos a hacer?- Me pregunta -no lo sé Helen, por ahora busquemos a personas que hayan sobrevivido, es nuestra mejor oportunidad para escapar-

Helen va hacia una esquina de la torre y corre una losa de piedra del suelo marcada con una flor de Lys, bajo la losa hay un pasadizo, la miro preguntándole qué es eso y ella se limita a hacer un gesto con su mano, ambas bajamos por el agujero y volvemos a cerrar el pasadizo con la losa.

una vez entramos al pasadizo me dice

-Era un corredor que los estudiantes usaban para......bueno, ya sabes.....pasar el rato

Levanto una ceja y el efecto es inmediato, su piel adquiere un tono rojizo intenso y desvía la mirada. Helen tiene un novio en la escuela, Scott, es medio alto, desgarbado, y crespo,y coinciden en algunas clases.

la escuela esta dividida en tres partes, el dormitorio de los chicos, el de las chicas y las aulas de clase, no suelen haber muchas clases en las que coincidan chicos o chicas, ya que los chicos suelen estudiar conjuros de guerra y armas magicas, mientras que las chicas estudiamos conjuros de defensa y pociones, Helen, no es como todas las chicas, igual que yo tampoco, ambas estamos en las clases de conjuros de guerra y armas magicas, aunque gracias a que la srta Greene pensaba que no era lo ''suficientemente apropiado para una bruja de clase'' tuvimos que tomar clases de pociones y curación.

Helen me guía hasta una ventanita, nos acercamos para ver como están las cosas y vemos que hay no muertos por doquier, seguimos andando hasta que no hay más camino, y Helen levanta la losa de piedra, esta vez marcada con pentáculo

¿En dónde estamos? -le pregunto observando el lugar-

me devuelve la mirada -estamos en el santuario de magia negra, Vale, se supone que está prohibido, pero es un buen lugar para practicar magia

-y a ti desde cuando te gusta practicar magi.......

escucho un ruido al otro lado de la sala y volteo a mirar, ''Oh, ya entendí'' es todo lo que digo cuando veo a Scott y a otro chico acercarse. La reaccion de Helen es inmediata, se tira a los brazos de Scott y hago un gesto de ''voy a vomitar''

Scott me mira divertido y tiene una sesion de besuqueos molestos con Helen, el otro chico se me acerca y me mira de arriba a abajo, me fijo en él y lo recuerdo, era de la clase de Armas mágicas, se sentaba junto a Scott y se la pasaba mirándome toda la clase

No es que fuera especialmente incómodo, en especial porque él no es para nada desagradable a la vista, pero hay algo en su mirada que me inquieta.

Helen y Scott se acercan y nos sentamos en el centro de la sala, Yo soy la primera en hablar

-¿Cómo escaparon? -Digo dirigiendome a Scott

-Estábamos evadiendo clases en el lago- Dice como si fuera algo bastante común, y a juzgar por su sonrisa, deduzco que es verdad

-¿Estaban en el agua? -No se por qué no puedo evitar pensar en que Helen y yo estabamos cerca al agua cuando la neblina apareció, aunque procuro no pensar mucho en eso, no deja de darme vueltas, ¿por qué el agua pareció repeler la niebla?

-Que importa si estábamos en el agua, lo que importa es que estamos con vida -Me dice cortante

Lo miro incrédula y decido callarme

-no le hables asi a Sophie ella solo preguntaba -Dice Helen algo molesta

-¡Cállense todos!-Exclama el otro chico- creo que escuché algo

Al oir esto, todos nos ponemos alerta, Scott agarra un palo que hay en el piso, al ver esto no puedo evitar soltar un ''ah, mi heroe'' con un toque de sarcasmo, lo que lo cabrea y me dedica una mirada de ''te voy a matar''.

Las puertas de la sala se abren de par en par

estamos acorralados.



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