Witch Requiem

La Gran Biblioteca

Los cuatro miramos la ciudad, todo se ve perfectamente normal, y es un cambio agradable, esa sensación de normalidad es algo que extrañamos. Lamentablemente no podemos refugiarnos en esa sensación, porque si no hacemos algo no nos volveremos a sentir así nunca.

—Bueno —dice Scott, el cual no parece perder el tiempo.—¿Dónde se encuentra la biblioteca?

—allí —Señalo un edificio de piedra que se encuentra en el centro de la ciudad.

Scott dirige su mirada al edificio y queda boquiabierto.

Helen suelta una carcajada —Nunca has ido a la gran biblioteca, ¿Verdad, Scott?

la cara de Scott enrojece rápidamente — ¿E-eso que tiene que ver? Es impresionante

Esta vez somos Max y yo quienes nos reímos —Ya lo sé Scott, es impresionante, solo procura que tu baba deje de mancharte la ropa.

Scott refunfuña y nos reímos otra vez, no me sorprende que nunca haya ido a la gran biblioteca, nunca ha sido la persona más culta, creo que de ahí proviene su imbecilidad. su imbecilidad y sus pésimos resultados académicos en las clases en las que no por saber usar una espada significa que aprueba. 

Entramos en la ciudad y nos encaminamos al edificio de piedra nívea, atravesando calles atestadas de gente, personas comunes y corrientes, saben de los hechiceros y las brujas, pero ya somos un pedazo más de su realidad, y sus labores diarias no les dan tiempo para pensar mucho en nosotros. Caminamos y no puedo evitar echarle una que otra mirada furtiva a Max, no sé por qué, es algo extraño, sólo espero no estar sintiendo lástima por lo de sus padres, estoy empezando a cogerle cariño, pero no quiero que ese afecto sea corrompido por algo tan ridículo como la lástima.

Max me mira y me sonríe — Parece que llegamos —  Dice parando frente a una muro de arbustos en medio del cual hay un gigantesco portal de piedra.

Asiento con mi cabeza y sonrío también.

  — ¿Acaso no piensan entrar? — Dice Scott llegando detrás de nosotros

  — Claro que vamos a entrar, Idiota —  Le contesto — Sólo que tenía que esperar a que llegaras junto a nosotros, no quería que te perdieras  — Suelto con sarcasmo.

Scott resopla y quedo satisfecha, dejar a Scott sin posibilidad de responderme es mi trabajo y mi pasatiempo.

Pasamos el portal y caminamos a través del inmenso jardín hasta llegar propiamente hasta la entrada de la biblioteca.

Al entrar guardamos las armas en mi mochila, estamos en una biblioteca, y dudo que nos dejen entrar con eso a la vista, afortunadamente, puedo encoger casi todo, lo sé, soy genial.Luego de esto, nos dirigimos al recibidor a hablar con la bibliotecaria, una mujer cuya edad aún no he podido calcular, con el cabello rubio recogido y anteojos de color cereza y unos ojos de un azul indescriptible. 

—Muy buenas tardes jóvenes —nos saluda con una sonrisa— bienvenidos a la biblioteca ¿puedo ayudarles en algo?

—Buenas tardes —Sonrío. — Venimos porque tenemos que encontrar la solución a un "asunto" de extrema importancia y creímos que aquí podríamos encontrarla.

—¿Qué clase de asunto es ese? —dice mirándonos por encima del marco de sus anteojos con intriga.

—Tiene que ver con el Avanced Witchcraft Institute —susurro—

Ella asiente con reconocimiento. —acompáñenme.

La seguimos a través del pasillo hasta una puerta oculta tras un tapiz. Bajamos por unas escaleras de piedra en espiral por algunos segundos hasta llegar a una puerta, esta vez de hierro negro, contrastando claramente con el blanco de la piedra. Runas mágicas la cubren, y un ópalo de fuego está incrustado en todo el centro de la puerta. Me quedo mirando el ópalo, observando como las llamas parecen danzar dentro de él.