chats; muke

dos

El rubio seguía pensando en que el michael de los mensajes era el mismo que el amigo de ashton.

Hoy aclararía sus dudas, pues habían quedado de verse en una cafetería.

El teñido estaba nervioso, por un lado se puede encontrar con alguien guapo, pero por otro lado se podía encontrar con un violador, es por eso que tenía un gas pimienta entre su falda.

Se sentó en una de las mesas, quedando en medio de todo el lugar.

El rubio entró mirando hacia toda la cafetería y luego pasó su mirada a su teléfono enviándole un mensaje a su gatito diciendo que ya estaba allí.

Le llegó un mensaje, abriéndolo, caminó hacia donde decía que se encontraba.

Abrió los ojos cuando vio a aquel teñido en una de las mesas. Rezaba por que no fuera él.

...o por que si lo fuera.

Quiero decir, a quien no le gustaría estar con tal teñido.

Volvió a enviar un mensaje preguntándole como lo identificaría, y le respondió diciendo que era el único que tenia el pelo teñido de lila.

Se acercó a la persona con hebras lilas que estaba dandole la espalda. Tocó su hombro y el teñido volteo sonriendo y esa sonrisa se borró cuando vio al padre de su mejor amigo.

—Oh, s-señor hemmings.

—¿Está ocupado?— señaló el asiento frente a él, y sin esperar respuesta se sentó.

—Uh, de hecho, estoy esperando a alguien.

—Te puedo acompañar mientras llega— sonrió ligeramente.

—S-supongo, pero, dijo que ya estaba aquí.

—¿Te cuento un secreto?

—S-si quiere— el rubio se levantó y se sentó junto al teñido.

—Creo que yo soy la persona a la que esperas.

—¿Qué?—preguntó en un susurro, confundido.

El rubio suspiró cerrando con fuerza los ojos preparado para lo que sigue. Desbloqueó su celular y le enseñó la conversación al más pequeño.

—Oh, dios— michael se encontraba con los ojos abiertos clavados en la mesa. —Y-yo no lo sabía, l-lo siento— trató de pararse e irse pero el rubio bloqueaba su salida.

—Tranquilo— colocó su mano en el hombro del pequeño que se encontraba nervioso a no más poder, completamente rojo.

—Lo siento.

—Pues no lo sientas— el teñido sólo desvío la mirada sintiéndose incómodo e intimidado. —Sabes, no es necesario que nos detengamos sólo porque soy el padre de ashton.

—P-pero su esposa.

—Somos esposos legalmente, pero no sentimentalmente— el teñido volvió su mirada al rubio quien le guiñó el ojo.

Tenía que admitir que el hombre frente a él era guapo, muy atractivo a decir verdad, cualquiera estaría interesado y también él podría tener a cualquiera. Y más si le estaba ofreciendo básicamente en ser su, bueno, su daddy.

—Oh, bueno eso cambia las cosas.

Michael puta la amo.