chats; muke

cinco

—Aburrido— dijo el ruloso, alargando la "o", y soltando el control de xbox.

—¿Entones para qué me llamaste?

—Para aburrirnos solos.

El teñido gruño, podría estar con luke ahora pero no, porque su amigo no quería estar solo.

—Voy por una soda.

—¿Me traes una?

—No— bajó las escaleras y caminó por el pasillo, encorvado y arrastrando los pies.

Volteo al escuchar como la puerta era abierta revelando a luke con unas bolsas. Michael enseguida se enderezó y caminó moviendo más de lo normal las caderas, como si no lo hubiera notado. Siguió hasta la cocina, agarró una lata del refrigerador y la abrió aún de espaldas a la puerta. Tomó un sorbo, y dio un brinco, cuando sintió unas manos en sus caderas, y parte del liquido cayó en su barbilla y pecho.

—Idiota, me asustaste.

—Pero si ya me habías visto— se apegó más a él, disfrutando el olor a fresas que su cuello desprendía.

—No.

—¿Ah no?— presionó sus delgados labios con el cuello del más pálido.

—Mmm, n-no.

Aquel día optó por usar una de sus faldas favoritas junto con un suéter holgado. El rubio desfajó el suéter introduciendo sus manos grandes y tan de hombre que michael amaba, rozando su espalda y cintura.

Michael sonrió creando un plan. Movió sus caderas en círculos con la creciente erección detrás de él. El plan era dejarlo con las ganas pero no contaba con una de las manos de luke escabulléndose dentro de su ropa interior.

—¡Michael!— gritó desde arriba su mejor amigo, el nombrado casi cae al suelo por el susto. Puso una mano en su pecho sintiendo como su corazón latía rápidamente, y no a causa del rubio.

—T-tengo que subir— pasó su pequeña mano por las hebras rubias y el pecho ligeramente descubierto.

—Dile que te tienes que ir— tomó su mano que pasaba libremente por su cuerpo y la besó con cariño. Acercó sus labios a los dedos cortos y comenzó a chuparlos, colocando de nuevo su otra mano dentro de la falda.

—Está bien.

Trash.