tres

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—Esto está mal— michael jadeó cuando el rubio mordió su labio inferior —Muy muy mal.

Se encontraban en el auto del mayor, teniendo una sesión improvisada de besos que cada vez se volvía más intensa.

El mayor lo calló besándolo, adentrando su lengua a la cavidad bucal de su, ahora amante.

Saltaron, michael golpeando su cabeza con el techo del auto, cuando escucharon que alguien tocó el claxon.

Luke prendió el motor del auto y se dispuso a manejar a otro lado donde no pudiesen ser molestados.

—¿Te molesta si vamos a mi departamento?

—Uh, si, ahí estarán ashton y su madre— explicó como si fuera lo más obvio del mundo.

—No cariño, mi departamento, para mí solo.

—Oh—por un momento el teñido se avergonzó y se encogió en el asiento —De acuerdo— sonrió y se volvió a enderezar.

El rubio manejó un rato hasta que por fin llegaron. Era uno de esos departamentos que se tenían muchos pisos y que comúnmente eran caros. Entraron en el elevador, ya que al menos michael no pensaba caminar y subir las escaleras hasta en décimo piso.

Luke se encontraba distraído por imaginar una canción que se reproducía en un elevador en el que se subió una vez. Su mente volvió al mundo y miró a la persona junto de él. Se acercó al teñido, tomándolo por la cintura con una mano y dejando pequeños besos en su cuello.

—Ay, ¿ya tan rápido?— el rubio soltó una risita.

—Lo siento, no es mi culpa que estés bien bueno.

—Lo sé— el mayor tomó el cabello del teñido para juntar sus labios en un beso, pero el ascensor parando lo detuvo.

Tomó al menor de la mano guiándolo en el pasillo hasta su departamento. Sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta dejando pasar primero al teñido y de paso darle una nalgada.

Tomó la nuca del teñido teniendo éxito esta vez para juntar sus labios. Bajó sus manos por la espalda del menor hasta llegar a su trasero y apretarlo.  

Lo jaló en su regazo cuando tomó asiento en el sillón de la sala principal. Estuvieron un rato besándose hasta que el teléfono de michael empezó a sonar.

—¿Pasa algo?— preguntó al contestar la llamada de ashton. Luke rodó los ojos y empezó a dejar besos por la cara y cuello del más pálido.

—Ah... si, si estoy bien— michael disfrutaba de cada beso que luke le brindaba y empezó a acariciar los no tan marcados bíceps del rubio. —De acuerdo, voy para allá— se aseguró de haber colgado el teléfono y volvió a hablar —Lo siento, ashton me pidió que fuera a su casa para jugar.

—Le hubieras dicho que no.

—Se nota que no lo conoces, me preguntaría que por qué no, y me molestaría hasta que aceptase.

El rubio volvió a rodar los ojos y le dio una nalgada a michael por dejarlo con las ganas.

chats; mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora