Capitulo 4

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—Ruby es un buen chico.

Comentó Wallace en un tono suave e inclinándose levemente para ver un poco mejor a su amigo mientras sonreía levemente, como una especie de dar consuelo.

—Al menos, deberías de pensar en darle una oportunidad.

Alzó la vista, aun tirado encima de su escritorio y con una mueca de molestia tras recordar cosas no muy agradables, consciente de que su mejor amigo solo quería ayudarlo. Cerro una vez más los ojos antes de escuchar como su amigo se movía en su lugar, lo más probable es que se estuviera levantando para retirarse.

Suspiró con molestia al darse cuenta —una vez más— que ya había terminado todo el trabajo y podía retirarse finalmente de la empresa.

—Nos están esperando—comentó Wallace quien pacientemente esperaba alguna reacción por parte de Steven.

—Ya voy, ya voy.

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—¡Ruby!

Exclamó una vez más Sapphire mientras zarandeaba a su amigo, totalmente desesperada e impaciente por la plática que tenían, la cual obviamente no había llegado a ningún lado y posteriormente se habían quedado en silencio.

Con el hijo de Norman deprimiéndose cada segundo más que duraba aquel silencio.

—Si fueras valiente no estuvieses pasando por esto—dijo la de ojos azules mientras se cruzaba de brazos.

—Tu eres la que debería de entender que esto no es fácil—se quejó el de ojos rojos, ligeramente ofendido por el comentario, pero consciente de que es verdad.

—¿No es fácil? ¿Que tan difícil es decirle lo que sientes? No es como si los sentimientos fuesen a desaparecer de un momento a otro.

Ambos vecinos se miraron fijamente, enojado cada uno con la actitud del otro debido al sentimiento de incomprensión que nacía entre ambos.

—Tu no lo entiendes—soltó finalmente Ruby, desviando su vista hacia la poké ball donde tenía a Coco.

—¿Entenderlo?—repitió molesta Sapphire, quien le continuaba mirando—¿Que es lo que necesito entender, según tu?

Una vez más sus miradas se encontraron, cada uno ardiendo con la llama del enojo y la molestia que las palabras del otro les ocasionaban.

—No es fácil decir lo que siento... ¿Y si no siente lo mismo? ¿Y si soy rechazado?—reveló en voz baja, la suficiente como para que su voz dejase de resonar en la vacía sala de espera.

—Eres un cobarde—reclamo Sapphire, también bajando la voz en el proceso—Si Steven no siente lo mismo sería natural, pero eso no significa que debas rendirte.

Ruby miró fijamente a Sapphire, sin saber que contestar con exactitud y mucho menos sabiendo como reaccionar, simplemente se le quedó observando fijamente, con la sorpresa tatuada en la mirada, admirando con curiosidad como los ojos azules poco a poco se iban llenando de lágrimas.

—Dudo mucho que seas rechazado...—admitió en un susurro y en algo parecido a un tono triste—El es una muy buena persona, y estoy segura que es más que capaz de ver la maravillosa persona que tu eres, por eso, dudo mucho que te rechace.

El de ojos rojos abrió la boca para decir algo, aun sin tener idea de que decir con exactitud.

—Finalmente he terminado—anunció con un tono ligeramente alegre y falso el heredero de la empresa Devon mientras abría la puerta y salió en compañía de Wallace de su oficina—Lamento mucho el haberles hecho esperar.

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