Capitulo 2.

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Capitulo 2.

-Harry, dos horas antes.-

Abrí los ojos y me encontré con el techo de mi habitación. Las cortinas estaban abiertas y al ver por fuera note que el cielo estaba algo anaranjado y amarillo, como un atardecer. Eso definitivamente significaba que había dormido toda la maldita tarde y no había ido a retirar los exámenes a la clínica. Maldición, siempre lo olvidaba. George me mataría por esto. Ya me estaba ayudando suficiente con no comentarle a mi padre que me hice un chequeo general por el dolor en el pecho que tengo hace unos dos meses.

Había estado teniendo dolores fatales en el pecho hace mucho pero en realidad nunca le había prestado mucha atención. Seguramente no seria nada anormal o peligroso, y si en caso contrario lo fuera, tenia el dinero suficiente para pagar por un par de medicinas o quizás un tratamiento. Uno de mis amigos, Luke, esta estudiando medicina en primer año de universidad y cuando le comente sobre los dolores me dijo que podría ser algún tipo de insuficiencia respiratoria o algo así. Como sea me convenció para ir a la clínica a hacerme un par de exámenes generales y el doctor de mi familia,George, se encargo de mi y mi pecho adolorido. Reí para mi mismo al pensar como sonaba todo este drama. Iba a estar bien.

Puse mis manos bajo mi cabeza y suspire, si ya era demasiado tarde para todas las cosas que tenia que hacer entonces dormiría un poco mas, hasta que llegara Mery. Cerré mis ojos y suspire de nuevo, sentí una punzada en el pecho en el momento que lo hice y apreté mis ojos cerrados por el dolor. Inhale aire y el dolor desapareció, pero al momento de exhalar sentí otra punzada y esta vez se sintió peor.

"Rayos." Susurre, abrí mis ojos de golpe y me apoye sobre uno de mis codos, luego moví una de mis manos a mi pecho y apreté mi palma contra el mientras inhalaba y exhalaba rápidamente. Sentí mi corazón latir bajo mi mano y estaba algo acelerado.
Mire al rededor, posando mi mirada en cada cosa que estaba al alcance de mi vista. Los cuadros en mi cuarto, el reloj que estaba sobre la mesa de noche y mi closet. Inhale y exhale de nuevo, apreté mis ojos una vez mas al sentir una punzada aun mas fuerte y demonios, se sentía tan profunda. Como si un cuchillo estuviera rozando mi corazón.

"¡HARRYYY!" Escuche la voz de Mery por la ventana de mi cuarto y seguido de su grito llegaron a mis oídos tres golpes fuertes a la puerta.

"¡Entra!" Grite en respuesta. Aun tenia cerrados los ojos por el intenso dolor que sentía. Trate de hacer que se vaya una vez mas nivelando mi respiración y relajandome y entonces fue desapareciendo poco a poco. Me recosté de nuevo y puse mis brazos bajo mi cabeza, se sintió como un Deja-vu.

Abrí mis ojos y el techo apareció de nuevo frente a mi. A veces pensaba dentro de mi locura que el techo era lo único que siempre estaba allí presente en mi vida. Suena realmente estúpido, pero era cierto. Aprendí desde pequeño que jamas debes confiar en nadie, ni siquiera en tus seres más queridos. Nunca sabes cuando alguien te apuñalara por la espalda. No me importaba cuan ridículo sonaba, podía cerrar los ojos mil millones de veces pero cada vez que los abriera de nuevo el techo seria el único para mi, y es que no tenia ningún otro incondicional. El estaba ahí cuando mi padre no estaba, cuando mi madre no estaba. Estaba ahí cuando estaba decepcionado, dolorido, triste e incluso cuando estaba feliz, que no era muy seguido. En mi rostro se esbozo una sonrisa al analizar las cosas que pensaba a veces, pero no importaba. "¡Brindis por el techo!" Pensé y luego alce mi brazo como si en mi mano estuviera sosteniendo una copa.

Escuche los tacones de Mery subir por las escaleras y mi brazo cayo a mi lado. Mis pensamientos se consumieron y una vez mas mi mente estaba en blanco.

"¡Amor!" Grito la voz chillona de Mery desde el pasillo y entonces la vi abrir la puerta de mi cuarto y pararse bajo el marco de la puerta. Cruce mi mirada con la de ella alzando un poco mi cabeza y le sonreí, luego la deje caer en el acolchado de nuevo. Bote aire despacio por mi nariz y por el rabillo del ojo la vi. Tenia los brazos cruzados sobre su pecho y su mirada me estaba prácticamente atravesando. La escuche soltar una risita y sonreí de nuevo.

RESERVADO   - h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora