Después de la tempestad, viene la calma (b)

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— ¡¿Estas bien?! ¡¿Que te pasa?! — Era Jyushimatsu en un tono preocupado pero con la misma energía de hacia un rato.

— Estoy bien Jyushimatsu... solamente quiero volver. — Ya no querías saber por hoy nada del mafioso, francamente estabas aliviado de que el no fuera el que te detuvo.

— ¡Esta bien! Espera aquí un momento. Le diré a mi chófer que te lleve por lo menos cerca ¿Esta bien?

Asentiste, no te quedaba de otra, no te diste cuenta si no hasta ahí de lo mucho que dependías del chico de los ojos rubíes, no tenias idea de a donde ir, siempre habías estado con el o con tu madre... Te sentiste bastante mal por ello. Después de unos minutos salió un hombre con una corbata color azul y te indicó hacia donde ir con la mano, en la puerta de entrada se encontraba un Audi color negro y aquel te abrió la puerta de atrás, entraste y el se sentó en el frente para después comenzar a conducir en silencio.

Llegaron a unas calles, estas si las conocías, estaban ya cerca de la propiedad de Osomatsu, decidiste decirle al conductor que te dejara por ahí, no querías ver a alguien en peligro por tu culpa de nuevo y después de todo lo ocurrido no lo dejarías acercarse mas. Se hizo a una orilla y tu bajaste el auto agradeciéndole a el por llevarte, él solo asintió con la cabeza y salió de regreso por donde venían.

Tuviste que caminar algunas cuadras antes de llegar a la casa principal, todo afuera se veía tranquilo, tal vez demasiado... aquel silencio te ponía inquieto, el solo recordar todas las cosas ocurridas hacia ya tres días te hizo correr hacia la puerta principal y tocar cuanto antes el timbre

— ¿Si? ¿Quien es? — Una voz de chica respondió, Totoko se encargaba de revisar la puerta de entrada

— Soy Choromatsu... déjame entrar.

— ¿Choromatsu? — Se quedó en silencio unos minutos y la cámara que estaba en la parte de arriba de la reja se movió hacia ti. — Espera unos minutos... — Y colgó.

Esa chica no te caía bien... la verdad es que le tenias un poco de rencor, sabias que de vez en cuando se acostaba también con Osomatsu y aquel no se molestaba ni siquiera en ocultarlo con su excusa de "aveces los hombres necesitamos de una mujer" ¿Por qué habías aceptado algo así? no tenias ni idea pero ya había pasado y ademas no es como si hubiera habido mucha opción de negarte.

Suspiraste con resignación , sabias lo que pasaría ahora. Seguramente estarías siendo cuestionado todo el tiempo por tus compañeros de en donde estabas, tendrías que inventarte una buena excusa para eso... y seguramente no confiarían totalmente en ti y te seria imposible acercarte a Osomatsu en un buen tiempo, bueno... con saber que estaba bien aunque fuera de lejos era mas que suficiente... Estabas hundido en tus pensamientos pensando todo eso cuando de repente de la puerta de entrada de de la casa venia corriendo hacia ti... tardaste solo un segundo en reconocer al de ojos carmín.

Fue algo que realmente te sorprendió, esperaste que vendría cualquier persona menos aquel, quedaste boquiabierto y cuando abrió la puerta rápidamente y te abrazó con fuerza te sorprendiste aun más, hasta pensabas que no se trataba de Osomatsu si no de algún tipo de impostor o algo así.

— ¿Donde estabas?... — Dijo en voz baja contra tu hombro, no te dejó responder cuando te dio un pequeño beso en la mejilla y volvió a abrazarte. — Estaba tan preocupado... realmente... me siento mal por lo que te dije aquel día... Lo siento.

¿Estaba mal querer perdonarlo? Sabias que el siempre había sido de esa manera y suponías que no tenia caso el culpar lo por ello. — Y-yo también lo siento... — Dejó de abrazarte y plantó otro pequeño beso en tu mejilla para después acariciar esta con su pulgar.

Russian Roulette - Fic. OsoChoro KaraChoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora