Locked up in chains (Olivia Benson).

It's all too much.

-Sí, yo la maté y, si pudiera hacerlo, lo volvería a hacer otra vez.

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-¡Contesta!- gritó Leo.

Me llamaba Carisi, uno de mis detectives, teníamos un caso. Una mujer mayor había sido violada y asesinada.

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-Olivia's POV-

Tardamos exactamente siete días en dar con un sospechoso, pue sno había ADN porque el cabrón había usado condón. Ni ADN, ni huellas, ni pelos, ni fibras. Nada. El sinvergüenza, además, le había cortado un trozo de lengua, supongo que porque la mujer había hablado demasiado. 

Durante esa semana no pasé por casa, pero recibía llamadas de Leo a todas horas preguntando que que hacía, con quién estaba, dónde estaba, vamos, lo mismo de siempre. Mi respuesta siempre era la misma, estaba en el precinto con los compañeros investigando un caso. Podía notar el enfado en su voz, pero siempre era mejor estar en comisaría que en casa.

Pero lo echaba de menos.

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-¿Esa vieja dijo que yo la violé? Venga, vamos, no me acercaría a ella ni con un palo.

+¿Por qué crees que dijo eso? - Le contesté.

-Ya te dije que estaba loca.

+¿Dónde estuviste el viernes pasado sobre las nueve de la noche? Lo hemos comprobado y no estuviste en el albergue.

-Oh, vamos. Ese sitio es horrible. Salí a divertirme un poco, ya sabes.

+Oh, ¿de verdad? - le dije en un tono burlón.

-Sí, gracias por la compresión. - contestó enfadado.

+¿Comprensión? Con lo que le hiciste suerte tienes de que no te arranque las pelotas.

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-¿Acaso quieres escuchar cómo la marqué, cómo apagué los cigarrilos en su piel? ¿Cómo hizo cosas que nunca jamás pensó que haría? O mejor, ¿cómo la até a la cama? ¡Qué bien lo pasamos juntos!

Sus palabras me horrorizaban, pero cosas peores he visto. O me han hecho.

+¿Y por qué matarla?

-¿Y por qué no?

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-¿Quieres escuchar cómo primero suplicaba por su vida, cómo me rogaba que no le hiciera esas cosas? ¿Y cómo al final me pedía que la matara para dejar de sufrir? ¿Cuál de las dos cosas crees que disfrutaría más?

+Dime más. Cuéntamelo todo.

Lo peor era cómo me miraba. Esa mirada. Pícara, juguetona, disfrutando con cada palabra, excitandóse mientras me lo contaba.  Esa mirada, cómo me sonaba.

Él sabía el asco que me daba, se dio cuenta, así que aún lo exageraba más y me miraba más profundamente.

-¿Quieres oír cómo estuvo sola conmigo, esa vieja fina y educada, en esa casa durante tres días?Ella y yo...juntos...solos.

+¿Por qué lo hiciste?

-Venga, hombre, esa vieja me iba a destrozar la vida. Me iban a condenar si hablaba.

+Por eso le cortaste la lengua. Tu la mataste. Pasarás el resto de tu vida en la cárcel, y, si fuera por mí, te juro que me aseguraría que no salieras nunca vivo de ahí.

-¿Sabes, preciosa? Lo que hice... Tendrías suerte si alguien te lo hiciera a ti.

Si tu supieras, pensé... En ese momento no pude aguantar las lágrimas y me fui al baño corriendo pero antes que pudiera salir de la sala de interrogatorios oí su voz otra vez.

-Sí, yo la maté y, si pudiera, lo volvería a hacer otra vez.