FESE

4. Cartas Robadas

¿Pero qué cosa acabo de leer?
Ahora entiendo porque está prohibido entrar a este estudio,  para que no termines leyendo estas extrañas cartas de una loca psicópata y que te interesen tanto como para guardarlas dentro de tu mochila para seguirlas leyendo al llegar a tu casa.

Bueno todo es culpa del lento de Daniel por no salir rápido de su clase. Por su culpa ahora tengo que cargar en mi conciencia que robé las cartas del estudio en donde el colegio te prohíbe entrar.

Pero ya estoy caminando a mi casa, junto con el lento de mi hermano Daniel.

Bueno... respira Camila, todo está bien, eres la mejor de la clase, nadie sospechará de ti al no encontrar las cartas del estudio prohibido...

Lancé un suspiro de alivio al entrar en mi casa. Y recién en el momento en el que Daniel cruza la puerta me percato de su cara que grita a todos "¡Extraño a Tatú!" bueno ella es su ex que lo terminó por seguir sus estudios en Italia pero el como el gran vago que es no pudo ir con ella y se quedó aquí en Ecuador.
Enserio te deprime con solo ver su cara.

-Ya tienes que superarla hermano- le digo mientras dejo mi mochila en el sillón y me dirijo a la cocina.

-Sabes que no he podido hacerlo en este año, dos meses y...-mira su reloj y agrega- 15 horas con 35 minutos.

Yo solo le doy una mirada de, "¿es enserio?" y después busco un plato en un estante muy alto al menos para mi, algún día conseguiré alcanzarlo.

-¿Haz sabido algo de ella?- me pregunta mientras coge su plato y busca su comida en la refrigeradora. ¡Pero que considerado! ¡Hermano! ¡Necesito mi plato¡

Al notar mi mirada asesina pone a calentar su plato en el microondas y después me pasa mi plato del gigantesco estante.
!Gracias poste por ayudar a esta minion!

-Gracias...-digo mientras busco en la refrigeradora algo bueno para.. u...
presas de pollo!! si!! - a, y si hablo con Ta.. con ella todo el tiempo por chat, como sea es mi mejor amiga, y por que te quiero te lo digo hermano. Ella está concentrada solamente en sus estudios como para siquiera nombrarte o hablarme de algún chico de por ahí.

Hasta este punto ya estábamos sentados en la mesa, yo esperando a que el microondas termine de calentar mi comida mientras admiro con el gusto que Daniel come la suya, es un tallarín con presas de pollo preparado por Sara, nuestra hermana mayor.

-Pero mis sentimientos no cambian, la voy a esperar todo lo que sea necesario- me dijo con la boca llena.

-Si... tal vez eso la convenza- ¡en serio su cara te deprime al verla!- pero enserio, mejor enfócate en estudiar al igual que ella- ya saqué mi comida y la admiré unos segundos antes de devorarla.

-Creo que haré eso...- enserio hermano, tendré que contratarte un comediante personal o algo, tu cara deprimirá a cada persona que te vea.

Iba a intentar animarlo como siempre hago pero el sonido de la voz de mi hermana acompañada de dos voces de hombres me puse alerta.

¡Qué no sean los del colegio por las cartas que yo robé! ¡Por favor!