3.REGRESO A CASA

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Marinette POV

Toda una semana paso para que tuviéramos de regreso a mi hermana, por lo menos su cuerpo estaba de regreso... Vaya, que mal sonó eso, pero así era. Toda una semana en la que me mantuvieron confinada a la mansión Agrest y durante esa semana a penas y comía.

Adrien tocaba todos los días a la puerta de mi habitación, el muy traidor creía que le iba a abrir con sus buenos tratos y modos, después de lo que había hecho ya no podía comportarme con el de la misma manera, mientras tanto Alya no dejaba de llamar todos los días, ya no quería que se molestará más, mi actitud con ella había cambiado, si sabía algo de mi, seguro era por Adrien.

La noche anterior al día de hoy Alya había visitado la mansión junto a Nino, cuando llegaron a la puerta de mi habitación no podían abrir, había atrincherado la puerta con los muebles que pude poner y nadie pudo pasar.

-Marinette, abre la puerta, Alya quiere verte, esta muy preocupada por que no le hayas contestado las llamadas toda esta semana- pude escuchar la voz de Adrien intentando ser razonable y amable.

Pero no funcionaría, mi boca estaba cerrada, no quería ver a nadie en absoluto, así que encendí una pequeña grabadora y la puse a todo volumen, pero esto no impidió que pudiese oír los gritos de la que consideré mi amiga

-¡MARINETTE DEJA DE COMPORTARTE DE MANERA ESTÚPIDA Y ABRE LA PUERTA!- Esta vez no eran suaves golpes los que se escuchaban en la entrada. -¡MALDICIÓN, ESTAMOS MUY PREOCUPADOS POR TI!- de nueva cuenta un fuerte estruendo se escucho -¿POR QUE NUNCA DEJAS QUE LOS DEMÁS TE AYUDEN?-

Supongo que se fueron cuando al fin se dieron por vencidos de que les abriera, me metí al cuarto de baño e intente que Tikki saliera de los aretes, todo ese tiempo lo estuve intentando y no había funcionado hasta hoy.

Después de la ducha antes de dormirme, me recosté en la cama viendo al techo.

-Tikki, lamentó ser tan cerrada en mis sentimientos y tan terca en estos momentos, pero...- sentía como poco a poco las lagrimas salían suavemente -acabó de perder a alguien preciado, mi hermana fue más que una amiga, a ella le contaba todo y no se que hacer, me siento tan sola...-

-No estas sola Marinette- pude escuchar su pequeña voz -Siempre que lleves los aretes estaré con tigo, apoyándote en todas las circunstancias posibles- hizo una pequeña pausa y un pequeño resplandor salio -Yo no eh perdido a nadie, pero si me eh separado varias veces de varias personas especiales para mi- se acercó a darme un beso en la mejilla -No quiero que te lastimes, ni que lastimes a las personas que tanto quieres-

-Tikki, no puedo confiar en aquellos que no me dan mi espacio para pensar las cosas con claridad- acariciaba su pequeña cabeza con ternura.

-Entonces vayamos a un lugar en el que podamos estar solas y tranquilas- concluyó la pequeña antes de que me transformará.

Salí como Ladybug por la ventana, con mucha cautela y me dirigí a mi lugar preferido en todo París, la torre Eiffel. Cuando llegue al lugar todo se encontraba en calma, ningún akuma había aparecido en dos meses y esto era muy relajante, y por primera vez me pregunté, ¿si se acabarán los ataques por parte de los akuma, tendría que renunciar a Tikki?

Un pensamiento llevo al otro y al fin llegue a mi situación actual, ¿Qué haría ahora? ¿Como lograría salir de esta caída emocional que tenía en estos momentos?

-Buenas noches My Lady- una voz aterciopelada  me saco de mis pensamientos.

-Buenas noches gatito, ¿que te trae por aquí?- sonreí lo mejor que pude.

-Bueno, una pequeña ratoncita se me ah escapado y vine a ver si la encontraba- simuló buscar con gran interés para después sentarse a mi lado.

-Así que al fin tienes novia y como no te contesta las llamadas ¿sales a buscarla?- bueno, si salía a buscar a alguien seguro es importante.

Solo quiero tu felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora