Traición. Sí. O mejor llamémoslo mentira, cobardía o quizá alguien dirá que simplemente fue el destino.
Pero yo no logro entender cómo pueden llamar así a una huida.
Una huida que deja cosas tras de sí. Y en ese momento me dejó a mí en medio de las vías, con un tren a punto de entrar en la estación.
¿ Que cómo me sentí?
No sentí nada.
Ese fue el mayor problema.
Estaba loco.
Era caprichoso, egoísta y... ERA mío.
No voy a decir que le quería, ni mucho menos.
Simplemente doliste.
Te clavaste en un corazón que ya estaba en carne viva y este, de nuevo comenzó a sangrar.
Te culpo. Sí.
Tú entraste sin ni siquiera llamar a la puerta. Y lo más importante... sin permiso.
Ahora, ¿qué pretendes que haga?
Contéstame.
No seas cobarde y dime adiós.
Dime qué va a pasar.
Dime quién voy a ser.
Tan solo vuelve.
Mejor no, vete por donde viniste y no vuelvas.
Aún así te necesito.
Te odio.
Pero...¿Te quiero?
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Días grises
Short Story'Posiblemente me quisiera, vaya uno a saberlo, pero lo cierto es que tenía una habilidad especial para herirme'- Mario Benedetti