Cap 2

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(Les dejo otro capitulo de esta nueva historia, y por si no sabian, la chica de la foto es Nataly, la hermana de Tom en esta historia)


Tom volteo su cabeza ante el ruido del nuevo visitante.

-"Tom." Le dijo esa voz.

-"Soy Jost" le dijo su jefe.

En el departamento de policía casi todos usaban un sobrenombre o su apellido, y el de su jefe era Jost. Este ultimo trato de controlar cualquier expresión en su rostro, pero Bill si entendió los verdaderos sentimientos detrás de esa visita, había preocupación, shock, incertidumbre y arrepentimiento, sin embargo cuido su voz para que no se notara.

-"Tom, ¿Cómo te encuentras?" le pregunto.

-"Maravillosamente..." respondió Tom con sarcasmo.

-"Amigo, debemos hablar, ven y siéntate para que conversemos." Le dijo Jost.

En ese momento Tom supo que David se había sentado en algún lugar dentro de esa habitación, la pregunta era donde... y el pánico se apodero nuevamente de su rostro.

-"A tu izquierda, a las 9 en punto y da tres pasos." Le dijo Bill suavemente como si leyera sus pensamientos.

La expresión de To se endureció nuevamente, no dijo nada pero siguió las indicaciones y efectivamente llego hasta el lugar donde Jost lo esperaba sentado.

-"Lo siento, ¿interrumpí algo entre ustedes?" le pregunto el jefe a Bill.

-"Me presento, mi nombre es Bill Trumper, soy instructor de movilidad." Le dijo al acercarse y le tendio la mano a modo de saludo.

-"Mi nombre es David Jost, soy policía y el jefe de Tom, también somos amigos." Devolvió el saludo.

-"Un placer... y me alegra que sean amigos, Tom necesita uno más que nunca. Yo me retiro entonces. Y en cuanto a usted Sr. Kaulitz, recuerde mi numero, 422 2222." Con eso Bill salió dejándolos solos.

Tom escucho los pasos alejarse del lugar, y esperaba nunca más en su vida volver a escuchar esa voz tan suave y tranquila... ¿Cómo se atrevía ese chico a hablarle como si fuera un lisiado? ¿Bastones, perros guías? Estaba jodidamente loco si pensaba que necesitaría esas cosas. El estaría bien, tenía que estar bien pronto.

-"Tom... Tom, ¿puedes oírme?" escucho la voz de su jefe a lo lejos.

-"Jefe, estoy ciego, no sordo." Respondió Tom serio.

Hubo un momento de silencio en el que Tom se imagino la expresión de David, seguramente su cara debía ser un poema, preocupación, culpa y duda. Recordó cuando conoció a Jost hace 10 años atrás, el siendo mayor lo había ayudado trayéndolo a la academia de policías, le apoyo siempre cuando Tom lo necesitaba... y ahí estaban ahí, frente a frente, y lo que Tom menos quería era saber que David le tenía lastima.

-"¿Qué te dijeron los doctores?" pregunto.

-"Que estoy ciego."

-"Quisieras ser mas explicito con eso." Le pidió su jefe.

Tom le explico lo mejor que pudo, aun sin entender el mismo que diablos había pasado.

-"Entonces no fue durante la redada?" pregunto David.

-"No, fue durante la operación antidroga de los Irlandeses... que irónico me parece, puedo esquivar balas pero no un golpe en mi cuello." Dijo Tom con amargura.

-"¿Es permanente?"

-"No lo sé. Espero que no..."

-"Mira Tom... no puedo pensar como pedirte disculpas, Todos en el cuartel sienten mucho lo que te paso, tu eres de nuestros mejores elementos y esta situación nos ha golpeado a todos..." le dijo Jost con sinceridad.

Amando a OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora