Mami Sooyoung le había dicho que se bañase y vistiese para ir al parque, al parecer se había portado muy bien en el colegio y comió todas sus verduras —Voy mami — gritó desde su habitación cuando Sooyoung le llamo. Se subió a su banquito en el baño y pasó el cepillo por su cabello castaño y sonrió dulcemente contando orgulloso cuantos agujeritos tenía debido a la falta de dientes.
Bajó del banquito minutos después y salió corriendo escaleras abajo donde se encontró a una Sooyoung un tanto impaciente — Vamos mami — grito emocionado tomándola de la mano — Mami ¿Trajiste mis cubetas? — pregunto caminando por el jardín casi arrastrando a su mami. Sooyoung le contesto con un "Sí mi amor".
Llegaron rápidamente al parque, después de todo quedaba a tres cuadras. Sooyoung entrego la mochila de juguetes a su pequeño niño y le dio un beso en la frente para luego ir a sentarse en una de las banquetas más cercanas para vigilarlo de cerca.
Contento y dando brinquitos alegres se dirigió hacia la caja de arena dispuesta entre los columpios y los toboganes, habían muy pocos niños, casi todos preferían correr entre los árboles o columpiarse, pero el no, el prefería quedarse allí y armar castillos de arena y luego buscarles un príncipe.
Se sentó en un borde y quitó sus zapatos, ordenándolos delicadamente a su lado, con calma sacó sus cubetas una a una, mami y papi le habían comprado un mega paquete que traía además de cubetas de todos los tamaños, palas, rastrillos y figuritas divertidas. Hizo las cuatro torres principales que según el "Serían los pilares de su gran castillo" luego hizo cuatro más pero unidas y con su palita azul pastel las unió, al darse cuenta de que la arena estaba reseca tomó una cubeta y fue a por agua.
Dando pasos cortos llego al pequeño dispensador de agua, lleno su cubeta y volvió a su sitio. Como todo un experto esparció el agua uniformemente mojando la arena justamente lo necesario.
Siguió construyendo su castillo poco a poco y al terminar se levantó observándolo orgulloso — Perfecto — susurro tiernamente viendo esas cuatro torres altas y la torre principal donde viviría su príncipe.
Busco en su mochila desesperadamente los banderines que la abuela Taeyeon le había mandado desde Japón, pero para su sorpresa no estaban. Con el ceño fruncido y dando fuertes pisadas el pequeño niño se dirigió hasta la banqueta donde estaba Sooyoung.
—Mami — dijo muy serio — ¿Dónde están mis banderines? — la seriedad del pequeño sólo hacia reír a la adulta.
—En tu mochila mi am...— una cabecita de cabellos castaños negó interrumpiendola — pues sí no están las olvidé en casa —
—Mami, a ningún niño le va a gustar mi castillo si no tiene banderines — un lindo y adorable puchero apareció en la pequeña boquita del niño —Mi castillo...Mi castillo se va a quedar sin un príncipe — dijo a la vez que grandes y gruesos lagrimones caían por sus mejillas. Sooyoung intentó consolar a su pequeño pero este salió corriendo sentándose bajo un gran roble un tanto alejado del parque, pero sin salir de la vista de su madre.
—Oye niño, ¿Por que estas llorando? — unos grandes ojos lo miraban atentamente esperando alguna respuesta —¿Te hiciste daño? ¿Estas perdido?
El castaño negó con la cabeza — Mi mami olvidó mis banderines y sin ellos mi castillo será feo y nadie querrá vivir ahí — dijo entre hipidos.
—¿Tienes un castillo? — pregunto con inocencia y recibió un asentimiento por parte del castaño —¡Eso es fantástico!
—Pero no tiene banderines — sorbió su nariz tiernamente.
—¿Y eso que? Debe ser muy lindo — sus ojitos brillaban de sólo imaginarse el castillo del niño sentado en el árbol.
Los ojitos rojos del castaño lo miraron —¿Quieres verlo? — le propuso obteniendo casi de inmediato un asentimiento como respuesta. Poniéndose de pie lo tomo de la mano y lo llevo hasta su fabuloso castillo de arena — ¿Te gusta? — recibió otro acento miento por parte del azabache —¿Te gustaría ser el príncipe de mi castillo de arena? — pregunto con ojos brillositos de ilusión.
Lo había encontrado.
El era el indicado.
El otro niño lo miro extrañado —¿El príncipe de este castillo?
Asintió — Siempre que hago un castillo le busco un lindo príncipe que sepa apreciar mis obras — mucha televisión con papa — Al ponerte la corona tienes el deber de ser mi príncipe por un buen tiempo — terminó de sacar la corona y de la mostró.
El pequeño niño asintió emocionado —¿Crees que sería un buen príncipe? — pregunto cuando le pusieron la corona
—Sí lo creo — asintió sonriente — Después de todo eres «El príncipe de mi castillo de arena»
Y tal vez, esa tarde fue el inicio de una linda amistad, porque luego de esa tarde todos los días los pequeños jugaban a los castillos, príncipes y princesas, tal vez esa tarde fue el inicio de una linda historia de amor y tal vez ese día sin ni siquiera conocer sus nombres, Kim JongIn y Do KyungSoo supieron que iban a ser, el uno para el otro.
(fin)
valee1028 Una semana luego de su cumple pero lo prometido es deuda💞 espero te guste nena
No se porque tengo la manía de amar el fluff Kaisoo. Aiuda.
Gracias por leer y espero que les gusté
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