¿Morir por Amor?

CAPITULO 2: ADAPTARSE

Creo que cuando te llega a pasar es por que ya está escrito en el destino, ese que nadie más puede evitar, ese que ya está listo, ya sea para abrazarte o para darte una paliza, en mi caso es una lección, yo nunca pedí ser un descendiente de un linaje tan importante en el inframundo y de seguro la humana tampoco lo habrá pedido, pero es algo que nunca estuvo en nuestras manos.

Por más que quisiéramos evitar todo esto claramente no podemos, esto tiene que terminar de alguna forma y si así podre vivir tranquilo toda la eternidad lo haré, no me imagino como es la vida de todos lo que se han desterrado y los que viven aprisionados en el inframundo, según me ha contado mi padre tienden a castigarles y a vivir de la peor manera. Y ES QUE HAY QUE TOMAR EN CUENTA QUE NO MORIMOS NUNCA a menos que nuestro rival en el Olimpo nos mate. No todos tenemos un rival en el Olimpo pues no todos pertenecemos a los linajes destinados. Tantos linajes, tantos Dioses, tantos Demonios, sobre todo: Tantos humanos, hay días en los que me pregunto como sería si mi madre no hubiera muerto, si mi padre hubiera conocido a una Demonio, sé que yo no sería quien soy ahora, pero que hubiese pasado si no hubiera sido yo el último descendiente del rey de la posesión, habría sido un humano más?, cumpliría ese deseo de ser quien realmente soy?, claro que todo esto son incógnitas a las que nunca les hallaré respuesta.

No me di cuenta que ya estaba en la Tierra hasta que mi padre saludó al exiliado...

-Connor él es Jordan, él te enseñará todo lo que debes saber acerca de los humanos, te ayudará a que tus ojos no cambien de color y te ayudará a controlar tus poderes- Miro a Jordan y me doy cuenta que parece de mi edad, se nota que es uno de esos demonios que caen bien, me pregunto porqué lo exiliaron.

-Mucho gusto Jordan, me llamo Connor- digo.

-Bueno yo los dejo, saben que no me gusta estar mucho en la Tierra, Connor me mantienes informado- Sé que no le gusta estar en la Tierra por mi madre, también sé que le gusta que todos le informen sobre lo que hacen.

-Adiós papá- digo y veo como vuelve a a bajar al inframundo.

Con Jordan caminamos a lo que parecía ser su auto:

-Jordan com...- no puede terminar porque alguien chocó conmigo.

-ohh lo siento mucho, iba distraída, lo siento mucho, yo no quería...

-tranquila, no te preocupes-Digo.

-Gracias...- ella alargó la pregunta para que completara la frase.

-Connor

-Gracias Connor, mi nombre es Yeraldine- Dice ella con esos ojos cafés hermosos acompañados por una linda sonrisa.

-Mucho gusto Yeraldine- sonrío, algo que no sé porqué hago, digo, soy un demonio no es habitual que sonría.

-Bueno me voy y de nuevo lo siento- se va alejando.

Eso fue lo más extraño que me ha pasado en todas las veces que he estado en la tierra. Pero es mejor que no le preste atención ya que los humanos tienden a ser torpes.

-Connor, estás bien?- pregunta Jordan

-Si claro, solo fue una torpe chica- los dos reímos.

-Será mejor que vayamos a mi casa y te instales para que pronto comencemos con tu autocontrol- Y siguen con eso...

-Yo no sé cual es el punto de que mi padre no confíe en que no puedo controlar mis poderes, es la idea más absurda, en donde se ha visto que un demonio como nosotros no los sepa controlar? - le pregunto a Jordan.

-Creo que esta demás que te lo responda- dice en lo que caminamos al auto- ese de allá es mi auto- señala hacia el frente, es un BMW deportivo claro está que después de tantos año viviendo acá en la tierra no iba a andar en cualquier auto.

-Esa es una nave- lo volteo a ver- cuanto tiempo llevas de exiliado?- mi pregunta parece incomodarle y cierra los puños.

-Llevo poco más de un siglo- subimos al auto- y te preguntaras porqué soy un exiliado?- dice en lo que enciende el motor.

-Así es según lo que investigue eras la mano derecha de Astarot- Y así era, mi padre me contó todo lo que hicieron.

-En realidad no es tan complicada esa historia- sonríe de una manera malvada y oscura- yo salía del inframundo constantemente a hacer cosas de las cuales él no se quería encargar directamente- estoy tratando de entender cada una de sus palabras aunque me resulta un poco díficil- en una de todas las veces que vine recuerdo que conocí a una chica y me encargué de hacerla sufrir de una manera inexplicable, lo hacía porque ella me gustaba demasiado.- Este está más loco que muchos en el inframundo- Era hermosa, más que la chica con la que te topaste recién.

-¿Por qué la hacías sufrir si te gustaba, además te exiliaron?- es una cosa absurda se supone que es algo que tenemos permitido hacer.

-Tu abuelo me declaro exiliado cuando se entero que estaba enamorado de ella y que en el sufrimiento de ella encontraba mi placer .- dice con un tono serio la sonrisa que tenía en el rostro se ha esfumado- lo hizo porque los dioses le declararon la guerra a causa de mi comportamiento y el de varios más que andamos ahora en forma de humano haciendo nuestras maldades por acá.- Yo sabía que no tenía la necesidad de tomar el aspecto de un humano porque ya lo tenía, gracias a mi madre.

-Ahora lo comprendo- digo- desde entonces vives acá?- continuo la conversación.

-Hablas más de lo usual para venir del inframundo.- dice con un tono sarcástico.- si desde entonces, pero no en el mismo lugar, he vivido casi por todo el mundo, ya sabes por cuestiones de seguridad.

-Eso es bueno o malo- pregunto aunque creo que ya sé la respuesta.

-Es bueno y malo- dice- hemos llegado- aparca el auto en el garage de una casa enorme.

Es de dos pisos, la entrada está a unos metros de donde aparcamos, un jardín verde con árboles que hay a los costados y por el jardín de la casa, sin embargo uno me llama más la atención, resulta ser que la mitad está con hojas y de color verde mientras la otra esta seca con bastantes ramas, tiene un toque misterioso debido al tipo de construcción. Al entrar a la enorme casa se puede percatar el aura que siempre identifica a los demonios como nosotros, la decoración es con colores oscuros pero elegante, como era de esperarse la casa es fría.

-Tu casa es justo como la imagine, vives con alguien o también eres un ermitaño- en lugar de parecer una pregunta, suena más como una afirmación.

- Vivo solo- dice secamente.

Creo que la pregunta lo ha incomodado porque sus hombros se tensaron pero paso por alto ese detalle.

- Ven, te mostraré tú habitación- camina para que lo siga.

Al llegar a la habitación me doy cuenta que esta decorada con tonos negros y rojos, no es necesario resaltar el porqué de los colores, tiene una cama para dos personas, una pantalla lo suficientemente grande, 2 mesas de noche en las cuales se encuentra una computadora y encima de esta un celular mientras en la otra una pequeña bocina con conexión a bluetooth, el closet, baño propio y una pequeña marquesa con accesorios de higiene personal. Al igual que toda la casa es grande pero se ve elegante.

- Mi dormitorio está al final del pasillo si necesitas algo ahí estaré- dice y se aleja hacia su cuarto- ahh por cierto mañana iremos a la universidad, aquí tengo 20 años y tú 19 estarás un año abajo que yo pero no es relevante, estas inscrito en la carrera de psicología.

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NOTA:

Hola queridos lectores esperamos que les haya gustado el capítulo, no se olviden de comentar y votar :D, gracias por leer!!, nos vemos en el próximo capítulo...

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