16. El BaekMin no es real

1.1K 105 36
                                    

Nunca antes había vivido un mes tan frustrante. Tal vez sí, como el previo a la publicación de los resultados de mi examen de aptitud para la universidad. Pero este no se compara al más reciente, del cual es responsable aquel chico con el que empezaba a «hacer las paces».

Después del discurso de Baek Hyun en los Golden Disk Awards, nuestros nombres y rostros han salido en las revistas de chismes, las redes sociales y los foros de discusión de Internet. Todos los artículos, titulares y publicaciones giran en torno a las mismas especulaciones: ¿el BaekMin es real? ¿Hay algo más allá del compañerismo entre nosotros?

Las opiniones han sido variadas. Algunas personas son positivas: están a favor del BaekMin, juran que tenemos una buena química, publican evidencias de nuestra relación y desean que nuestra «relación» perdure por siempre. Por otro lado, hay quienes están en contra y no se miden en demostrar su desacuerdo mediante insultos y descalificaciones (hacia mí, mayormente).

El tema no se queda solo en el espacio digital. Después de crear popularidad con Inkigayo, varias personas me abordaban en la calle para saludarme, pedirme un autógrafo o una foto y darme uno que otro regalo. Ahora, aunado a lo anterior, me preguntan por Baek Hyun y me piden información sobre «nuestra relación». A veces es muy cansado salir de casa y tener que lidiar con la gente curiosa y entusiasmada por algo que no es real.

Lo que me ha conmocionado más en esta situación es cómo ha reaccionado mi familia. Pensé que mis padres exigirían una gran explicación cuando nos reunimos para las fiestas de fin de año, pero no fue así. Las veces que Min Hyuk y So Ah hacían comentarios burlones sobre el escándalo, mis padres no decían nada, pero sí sonreían de manera sospechosa.

Finalmente, lo peor de todo ha sido encarar a Baek Hyun. Días después de la premiación, le reclamé su actitud y su discurso, así como le hice ver las consecuencias que traería para nuestras carreras. Aunque me aseguró que había reflexionado al respecto y que su agencia ya le había llamado la atención, no se arrepentía de hacerlo, pues realmente deseaba expresarlo; además, no le preocupaban las repercusiones porque, al final, no había hecho nada malo. Lo que me dejó más pasmada de toda su declaración fue lo que dijo en el desenlace de nuestra discusión: «tarde o temprano tenía que decirlo públicamente».

¿Con qué finalidad tenía que expresarlo? No tengo idea. De lo que estoy segura es de que debo encontrar una manera de aclarar las cosas para el público, nuestros conocidos y para mí misma.



Muy aparte del drama de fin de año, enero empieza bien. He renovado mi contrato con SBS, con la maravillosa adición de que no solo trabajaré exclusivamente en Inkigayo, sino que tendré la posibilidad de participar en otros proyectos y medios de la empresa. También, a raíz de mi considerable popularidad, he recibido varias ofertas e invitaciones en programas fuera de mi compañía.

Tal es el caso de After School Club, un programa de entrevistas en el que el público interactúa a través de las redes sociales con los invitados de la semana. Cuando recibo la oferta, la acepto con un dejo de sorpresa. La primera razón es porque no me solicitan ser presentadora, sino una de las entrevistadas. La segunda, porque también se presentará Baek Hyun.

El set es relajado, juvenil y colorido. Hay pequeñas pantallas en una de las paredes en las que se proyectan al público que se ha conectado en vivo al programa. Hay un par de sofás de colores donde se colocan los conductores y sus entrevistados. En el frente del plató, se encuentran los tres MCs (dos chicos y una chica): Eric, Kevin y Ji Min.

Baek Hyun y yo esperamos detrás de cámaras mientras ellos dan la bienvenida en inglés y coreano (pues es un programa internacional). Después proyectan un video sobre nosotros, como introducción a los invitados de la semana. En ese lapso, los productores nos indican que nos coloquemos en el escenario y tomemos asiento en los muebles con forma de cubo en el extremo contrario a los MCs.

EL CHICO QUE AMO, BAEKHYUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora