18. Diversión nocturna

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Es viernes y uno de los pocos en los que me he quedado sola en casa. Min Hyuk ha salido a cenar con sus amigos de la universidad y So Ah tiene una cita con uno de sus compañeros del Hospital, del que solo conozco tres cosas: es su superior, mi hermana lo conoce desde hace un tiempo y entre ellos hay mucha «química».

Aunque no es común que me quede sola, aprovecho para tener un «tiempo especial» conmigo misma. Ordeno a domicilio mi platillo favorito en el restaurante de comida italiana que se encuentra a unas cuadras de mi casa y que frecuento con mis hermanos. Después de cenar, me paso a la sala de estar para hacer maratón de mi saga de películas favoritas, la trilogía Before.

A mitad de Before Sunset, mi teléfono timbra, anunciando un mensaje de texto. Sin dejar de mirar la televisión, recojo el dispositivo de la mesita de centro y oprimo el botón para encender la pantalla.

Es Su Ho. Después de su partida de Inkigayo, hemos mensajeado constantemente: él me dice cómo le va con el comeback, yo le platico sobre las emisiones de la semana. A veces hablamos de cosas más personales, por ejemplo, me ha contado sobre su vida antes de ser idol y yo, sobre mis tiempos en Bucheon y la universidad. Considero que a través de nuestras conversaciones nos hemos conocido más y que ya lo veo como un amigo cercano.

«Hola, So Min. ¿Estás ocupada?», leo el mensaje.

Le contesto con un sticker de un osito saludando y después escribo «no, estoy libre». En menos de cinco minutos, mi teléfono vibra con una llamada entrante. El nombre de Su Ho y su imagen resplandecen en la pantalla y presiono el botón verde.

—Hola, Su Ho.

—¡Hola, So Min! Me alegra mucho escuchar tu voz —saluda con entusiasmo.

—Lo mismo digo —replico—. ¿Podrá saberse el motivo de tu llamada? Haz interrumpido mi «tarde cinéfila» y yo nunca contesto el teléfono cuando veo películas, más si se trata de mi favorita. Considérate especial y con suerte...

Le escucho soltar una carcajada ruidosa y me complace saber que tenemos la suficiente confianza para hacernos bromas.

—Disculpa, So Min, prometo no volver a interrumpir tus tardes cinéfilas —dice, siguiéndome el juego—, solo si me invitas a la próxima.

—Gracias por aplicar, te llamaré cuando haya decidido si eres un buen candidato —respondo con la formalidad de un reclutador de empleados.

Su Ho y yo nos reímos ante nuestra interacción juguetona, realmente es bueno tener alguien con quien hablar y reír libremente.

—Te llamo para invitarte a salir —comenta, y de inmediato agrega—: como amigos, obviamente...

—¿Salir? ¿A dónde? —cuestiono, con una sonrisa de lado.

—No te lo puedo decir porque pretendo que sea sorpresa —menciona—, pero puedo decirte que es un lugar muy divertido y nunca lo disfrutarás de la misma forma después de que te lleve.

—Suena tentador, pero ¿no crees que es muy tarde para salir? No estoy lista y aún tengo que moverme a donde sea que estés.

—No te preocupes, yo pasaré por ti, otra de las pistas es que está cerca de tu casa.

Hago un listado mental de los posibles lugares a los que se refiere, por lo que me quedo callada un tiempo considerable.

—Vamos, So Min, no lo pienses tanto —insiste—, prometo que será divertido.

—Está bien —accedo y volteo los ojos mientras sonrío, aunque él no pueda verme.

—¡Genial! Llego en menos de 15 minutos —anuncia.

EL CHICO QUE AMO, BAEKHYUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora