Professor J. Jared Leto Y Tu.

#2.

Tomé mi bolso dirigiendolo nuevamente a mi espalda. Caminé hacia el salón y vi a el Profesor Jared con una mujer de tal vez 1,60, cabello negro, piel blanca y ojos grisaseos.

Me acerqué y me senté al lado de mi puerta. Ambos pasaron frente a mi tomados de la mano, su esposa. Me quede terminando la tarea a ultima hora y guarde mi cuaderno. Comencé a garabatear al final del mismo en la página blanca que sabia que nunca serviria.

-Buenos...

-Días.- Respondí, Jared habia vuelto. Paso la llave en la puerta y no lograba abrirla. Me levanté, giré la llave y empujé la puerta abriendola, se la maña de esta asi que fue sencillo.- Gracias.- Guiño un ojo terminando de sacarse los lentes de sol. Sentí la sangre correr un poco más rápido en mi sistema y me aparte.

-La unica que esta a tiempo.- Gruño entre dientes. Entró otra de mis compañeras saludando a ambos. Terminaron de llegar todos y Jared se levantó de el asiento.

- Muy bien.- Hizo una pausa anotando en la pizzarra.- Necesitamos voceros... presidentes del salon como quieran llamarlo. Seré el encargado de ustedes durante este año.- Eso quiere decir que lo veremos más de lo normal.- ¿Candidatos?.

-¡_____!.- Gritaron varios de mis compañeros.

-Vamos tienes que postularte, eres la mejor defensora.- Intentó convencerme pero negué rotundamente. Vi como el Prof.Jared se volteo hacia la pizzarra y vi como empezó a anotar mi nombre... Oh no.

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-Gracias.- Pagué las páginas y me fuí. Sería la vocera secundaria, gracias a mi propio voto me he salvado el culo... O eso creo.

Caminé hasta las oficinas y deje las páginas con el prof.Jared. Entré a el gimnasio para la clase y me senté en el piso esperando por la profesora. Ví como Jared se acercaba a mi compañera, la vocera principal. Durante toda la semana ella se ha intentado encargar de todo, dandole más cercanía a Jared, y él más atención a ella. ¿Me molestaba?, queria que no, queria no sentir que me moleste la atención y confianza que él deposita en ella y no en mi. Pero no lo admitiría, por nada del mundo.

¿Celos?. Por él nunca. Es solo mi profesor.