Professor J. Jared Leto Y Tu.

#8.

Escuche una fuerte bocina de las características de las grúas y me separé de él. Gracias al cielo no fueron 3 horas.

-Gracias.-Dije bajandome de la grúa una vez que paso por mi casa. Respiré profundo y se me escapo un estornudo... Y otro.

Entro al salón intentando no toser y hacer que suene como si una tormenta estuviera cerca debido a mi flema, pues me ha entrado una gripe tremenda.

Jared entro al salón y me removi algo incomoda, aunque nada paso de unos simples besos. No tenía porque estar incomoda.

La clase comenzó y como de costumbre Jared nos hacia reír en menos de 15 minutos apenas iniciaba la clase, tenía un agradable sentido del humor, pues hay días donde ni siquiera sonrío hasta la clase de Jared y su humor.

-Tome.-Le entregué un informe.

-Deberías retirarte, si te sientes muy mal hazlo. Debiste haberme mandado un mensaje y quedarte en tu casa durmiendo, no deberías estar aquí.- Sentí como me regañaba por no haberme quedado a descansar. Solo asentí sonriendo y me fuí a mi puesto, intentando no toser y taparme completamente la nariz al estornudar, Jared solo me miraba negando.

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Estaba nuevamente en la clase de Jared, ha pasado el fín de semana y sigo con mi gripe. No me he topado con Jared «Por desgracia» y he soñado dos noches seguidas con él... No se que me esta sucediendo.

Tosia como si no hubiera fin y vi a Jared acercarse a mi.

-¿Ha de ser algo terminal no crees?-Soltó una carcajada.-Es broma, recuperate pronto, esa tos me preocupa.-Dijo y no pude evitar sonreír pero mi sonrisa fue interrumpida por un estornudo. Algo dentro de mi se alegró, le preocupaba.

-Aws.- Escuché a mi mejor amiga soltar, olvidé que estaba a mi lado.- Que lindo.-Soltó y deje ir una carcajada...  Lo era.

Salí del salón de clases directo a mi casa. Hoy estaba libre así que decidí irme directamente caminando.

Jared no abandonaba mi mente por más que yo quisiera, actuar normal a su lado me mataba cuando ya había probado sus labios, delgados y adictivos labios. Como sus manos recorrieron parte de mi cuerpo y se ajustaban a mi cintura como un rompecabezas, Jared se preocupaba por mí más de lo que mi mama lo hace, y me causaba una sensación que no podía describir, pero me gustaba su atención dentro de clases hacia mi, como no despega sus ojos de los mios al dar una explicación o al hablar siquiera de cualquier cosa. Me gustaba como se empezaba a comportar. Sentí mi cabeza comenzar a palpitar y un dolor a la altura de la cien me comenzaba a hacer perder la cordura, odiaba los dolores de cabeza y más cuando no tenía medicamentos para atacarla.

- So C'mon C'mon and dance with me babe yeah... -  Escuché su voz.

-¿Jared?, ¿Escuchando One Direction?, eso no me lo esperaba de ti.-Dije riendo un poco.

-Sube, estamos lo suficientemente lejos del instituto como para que nos vean y sospechen algo, todos siempre piensan mal.- Murmuró esto último. Subí y le pedí que le bajara un poco el volúmen o tal vez todo.

-¿Acaso no tienes un representante que se preocupe por ti?.- Preguntó sabiendo que se refería a mi mamá.

-Si y No.- Me miro confuso.- Claramente tengo representante, pero no le comunico nada con respecto a cualquier cosa que suceda conmigo, porque se que no hará nada.- Su cara se arrugó molesto.- Se que tu deber como profesor y profesor responsable de nuestra sección es llamarla y hablar con ella, pero por favor no lo hagas.- Le miré suplicante, si la llamaba todo iba a ser peor.

- Llegamos.-Dijo seco, estaba molesto.

- Gracias- Murmuré, me baje del auto y observe como este apenas me bajé desaparecía rápidamente de mi vista.

-Tengo hambre.- Escuché la voz de mi papá e inmediatamente entre a la cocina, comencé a preparar hot-dogs como pude lo más rápido posible.

- Aquí esta.

- Esto... Esta terrible, tan solo mira.- Comenzó a quejarse.

-Prepararé otra cosa...

-No, yo me como esta Asquerosidad igual no hay de otra.- Me interrumpió.- Cuando será el día que prepares algo bien.- Tenía razón, soy un desastre. Me fuí y preparé un poco de sopa para mí  y deje comida para mi mamá y hermano en la cocina para poder irme a dormir.

-¿Aún te sientes mal?.- Asentí a la voz de Jared. Comenzó a dar la nueva clase que veíamos con él. Hundí mi cabeza entre mis brazos descansando y solo escuchando todo lo que dice. La clase pasaba rápido y sonó el timbre de salida.

-Ven. Te llevare al médico.- Ordenó. ¿Qué?.

No he podido actualizar. He estado enferma y he perdido un poco la inspiración.