La pequeña de papá.

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¡Pero yo te quería a ti maldita sea!

¡Me importan una mierda todas esas chicas!

Que me vieras como algo más que tu simple mejor amigo...

Ok.

Esas palabras sí que me daban para pensar. ¿Cómo no hacerlo? Lo sé, estamos hablando de Jimin, pero... ¡Dios santo, soy una chica! ¿Qué chica no ama que le digan esas cosas? Sí, está bien, no fue lo más perfecto del mundo, pero de todas maneras... A Jung ________ si le habían gustado, y por una razón, que a estas alturas de mi vida no me es extraña, aquellas abejas zumbantes en mi estomago volvieron a aparecer; recordando también las alitas de colibrí que tengo en vez de corazón.

Me estire a lo largo del sofá. Mamá estaba en la cocina preparando la comida, mientras tarareaba una de las tantas canciones que nunca lograba aprenderse, Hoseok gruñía a toda voz en su cuarto jugando Wii y papá estaba en el sofá frente a mi, leyendo el periódico. Suspire y volví a acomodarme, por enésima vez, papá me miro por encima del papel y alzo una ceja en señal de interrogativa, le sonreí restándole importancia, y suspire una vez más. Cerré mis ojos y comencé a recordar; esos tiempos, en los cuales Jimin y yo habíamos sido sólo los mejores amigos, esos tiempos en que nos reíamos de las idioteces de los demás, tiempos donde no me importaba cuanta chica pasara por su persona... Tiempos en los que no sabia lo que sentía el realmente, jum, tiempos en los que nunca pensé encontrarme en esta posición.

—Está bien, hablemos —la voz de papá me sobresalto, me acomode en el sofá para quedar sentada y lo mire interrogante —. Algo te pasa ________, puedo parecer un viejo ignorante, pero no lo soy —agregó sonriendo, haciendo que las pequeñas arrugas que enmarcaban sus ojos se acentuaran. Le sonreí devuelta y comencé a negar con mi cabeza lentamente.

—Tranquilo papá, estoy bien —conteste, sin siquiera creérmelo yo misma —. Es enserio, nada me pasa —rodé mis ojos.

—________ —la expresión en su rostro se suavizo —. Cariño, eres mi pequeña, e insisto — sonrió—. Puede que no este aquí siempre, pero te conozco linda —sonreí con ternura, papá demostraba su cariño muy pocas veces y cada vez que lo hacia mi pecho se inflaba con un calor indescriptible —. Ahora dime, ¿quién es él? ¿Lo conozco? ¿Te hizo algo? —sip, pero al final del día seguía siendo un papá celoso, como todos.

—Espera, ¿por qué crees que es por un chico? —pregunte confundida, aunque en mi interior trataba de aguantarme los nervios.

—¿Por qué mas va a ser? —me preguntó devuelta—¿Por qué tuviste una mala calificación? —su pregunta estaba cargada de diversión. ¡No era mi maldita culpa que el profesor de matemáticas me odiara! Infle mis mejillas infantilmente y me cruce de brazos.

—Es Jimin. ¿Lo conoces? Sip, creo que muy bien papá, y no; no me ha hecho nada —contesté de sopetón, omitiendo algunos aspectos, los ojos de papá se abrieron enormemente. Pasaron alrededor de unos minutos y comencé a preocuparme. ¡Oh Dios Mio! ¿Y si le daba algo por mi culpa? Mis manos comenzaron a sudar, entrecerré mis ojos y pregunte con vos temblorosa —. ¿Pa-papá? —papá ni siquiera pestañeaba —¿Papá? —su ojo izquierdo hizo un raro movimiento —¡Papá reacciona! —chille, poniéndome de pie.

Uno, dos, tres.

Papá pestañeo lentamente.

Papá me miro con su ceño fruncido.

Eh, el rostro de papá ardía, literalmente.

—¡Mujer! —vocifero. El piso de arriba quedo en una completa calma, los gritos de Jimin ya no se escuchaban. En la cocina, la llave había sido cerrada, así que el sonido del agua golpeando contra el lavabo no existía. En un dos por tres Hoseok y mamá estaban junto a nosotros.

Lista de Imperfecciones ♥ Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora