—¿Laura? Ábreme, por favor.
—Estoy bien, déjame, Vanessa—dije tratando de controlar mi voz para no soltar en llanto.
—¿Fue Ross de nuevo? Ese idiota, ¿qué te hizo ahora?
—Déjame.
Había pasado toda la tarde tirada en mi cama. Eran las nueve de la noche y obviamente Vanessa ya notaba extraño mi comportamiento.
—Okay—suspiró—, pero recuerda que no debes llorar por un chico. Nadie merece tus lágrimas. Hay comida en el refrigerador, come algo, linda. Me voy a dormir tengo mucho que estudiar. Descansa.
Oí sus pasos alejarse de la puerta.
Limpié los rastros de lágrimas de mi rostro con mi manos y tiré las sábanas al piso. Caminé hasta el baño y me di una breve ducha que me ayudó a relajarme un poco.Salí secando mi cabello con una toalla y otra envolviendo mi cuerpo y me apresuré a ponerme la pijama.
Hacía frío, quizá pronto empezaría a nevar. Busqué en el armario una sudadera para cubrirme; encontré una blanca, me la puse y salí de la habitación con rumbo a la cocina. Al fin de todo mi estómago me pasaba la cuenta por no haber comido en todo el día.Abrí el refrigerador y saqué un poco de jugo de manzana y un plato de pasta.
Lo coloqué en el microondas y bebí un sorbo del jugo.
Me sentía como zombie, todo era tan confuso y desearía simplemente no existir o no estar consciente de nada.El sonido de mi teléfono me sacó de mis pensamientos. Observé la pantalla y era una llamada de un número desconocido.
Con algo de temor contesté. ¿Quién podría llamar tan tarde?—¿Hola?
—Pequeña, ¿estás bien?
—¿Quién habla?—fruncí el ceño.
—Soy yo; Ross.
—¿Ross?—dije desconcertada. —Lamento tener que colgar, pero es demasiado tarde para hablar—empecé a comer la pasta.
—¡No! Déjame explicarte todo, Laura.
—¿Explicarme qué? A mí ya no me interesa nada de ti, Ross.
—Perdóname, fui un completo idiota al no ir tras de ti. Perdón, Laura.
—¿Qué es lo que quieres de mí?—mi voz se entrecortó y las lágrimas empezaron a brotar.
—Quiéreme, no quiero otra cosa. Sólo quiéreme.
—¿Qué dices? A estas alturas todos mis sentimientos hacia ti son nulos.
No sabía porque le dije eso, si sabía perfectamente que a pesar de todo mi corazón latía sólo por él.
Como siempre lo había hecho.—Oh, Laura—suspiró—, quiero que me quieras, ya te pedí perdón.
—Las cosas no se solucionan con pedir perdón. Quiero quererte pero tú no me dejas ayudarte.
—¿De qué ayuda me estas hablando?—cuestionó confundido.
—Sé sincero conmigo, Ross. ¿Qué estás ocultando?
Oí como tragó grueso. La tensión se hizo presente en él.
—Bien, si eso quieres saber te lo diré, pero prométeme que a pesar de lo que te voy a decir me vas a seguir queriendo.
—Ross—suspiré—, si supieras cuantas veces he intentado dejar de quererte y todas han resultado en fracaso. Ya entendí que a pesar de intentarlo no puedo dejar de quererte—lágrimas resbalaron por mis mejillas.
—Olvidé que eres incondicional a lo que sientes por mí.
—¿Me vas a decir lo que ocultas?—pregunté ansiosa y con un poco de temor.
—Okay—suspiró. —Es hora de revelar al verdadero Ross Lynch.
Ese momento era crucial; de eso dependía mi felicidad o quizá una terrible desilusión me atraparía de nuevo.
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P
erdón por la tardanza, tenía muchas cosas que hacer y no lograba acabar. Capítulo corto pero crucial en la historia, estén atentas que ya se viene lo bueno.
Por favor comenten que les pareció, ¿cuál es el secreto de Ross? Me encantaría saber sus hipótesis.Recuerden que esta historia es por y para ustedes, gracias porque ya son 274 leídas y 45 hermosas estrellitas.
Es poco en comparación a otras historias, pero para mí es un verdadero logro.Una feliz noche, tarde, mañana, depende a la hora que lo lean.
Gracias por su apoyo siempre. Un besoote♡bluetulips✨
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❥the boy of my dreams [editando]
FanfictionNi siquiera sé porqué me gustas. Sencillamente... Me gustas.