Pedimos todo lo que íbamos a tomar y se sentía algo de tensión en nuestra mesa. En un momento, me di cuenta de que Liam me rodeó con su brazo.
-¡Auch! ¡Louis! -gritó Liam.
-¿Qué te pasa? -contestó Louis.
-¡Me pateaste!
-Claro que no.
-Claro que sí.
-Claro que nooo -yo solté una pequeña risita.
-¡Claro que sí! Estas sentado al frente y el pie que me pateó vino de en frente. ¡Fuiste tú!
-Claro que nooo -volvió a repetir Louis.
-Hijo de p...
-¡Liam! -grité.
-Lo siento linda, pero a veces me saca de quicio.
-Creo que iré a buscar nuestros pedidos, se están tardando mucho -dijo Isabelle nerviosa.
-Yo te acompaño -dijo Harry yéndose con ella.
Había un silencio incomodo entre Louis, Liam y yo. ¿Por qué Louis había pateado a Liam? ¿Yo le gusto o no? Todo indicaba que sí le gustaba pero hablaba con él y esos indicios desaparecían. Su bipolaridad me estaba matando.
-Louis, ¿por qué no nos habías contado que _____ se estaba quedando en tu casa?
-Porque a Eleanor le darían celos y eso pasó de todos modos. ¿Sabes hasta cuando te quedarás _____?
-Sí, hablé con mi hermano y me dijo que vendrá a Londres en tres días.
-Volvimos -dijo Isabelle junto a Harry. Traían en las manos nuestros pedidos.
-Y... ¿qué harás luego de que vuelva tu hermano? -dijo Liam.
-Viviremos juntos en un apartamento hasta que yo decida que quiero hacer con mi vida.
-Gran plan ¿eh? -comentó Harry.
-¿Y tu que harás? -preguntó Louis refiriéndose a Harry.
-Viviré contigo -contestó Harry.
-Oh, bien por mí.
-¿Y tú, Isabelle?
-Tampoco sé... igual estuve viendo alquileres de apartamentos...
-¿Liam?
-Ni idea, esperaba vivir con Zayn pero ahora estamos peleados.
-Que fracasados somos... faltan unos meses para la graduación y no sabemos que vamos a hacer -dijo Harry.
-La verdad... -dijo Isabelle.
Luego pasamos horas hablando y divirtiendonos. Cada vez que Liam me tocaba, le pasaba algo. Ya sea una patada por debajo de la mesa o bien que le tiren su taza de café ''accidentalmente''. No sé que le había pasado a Louis... pero me gustaba.
-Oigan, me tengo que ir. Ya se hizo tarde -dijo Isabelle.
-Tienes razón, ¿quieres que te lleve? -dijo Harry.
-Mmm... claro. Me gustaría -Adiós chicos.
-Adiós igual. Louis, portate bien.
Volvimos a quedar nosotros tres, el trío incomodo.
-Es lindo que Harry y tú esten tan unidos -le dije a Louis para romper el silencio.
-¿Lindo? -dijo.
-Sí, ya saben. Se ven tiernos juntos.
-Oye _____, ya se hizo tarde. Será mejor que te lleve a la casa de Johannah.
-La llevo yo Liam, es mi casa, tu vete tranquilo...
-Vaya que amable eres Louis, pero no, gracias. Yo la traje y le dije a tu madre que yo la llevaría de vuelta.
-Como quieran... Ayudenme con la cuenta. Liam tu pagas lo tuyo y lo de _____, yo lo mío y lo de Harry y _____ lo de Isabelle. Ellos dos se fueron sin pagar.
-Aquí tienes -dijo dandole unos billetes -Vamos _____.
Nos ibamos alejando del Starbucks parra legar al coche de Liam. Cuando nos subimos, el manejó en silencio.
-¿Puedo hacerte una pregunta? -preguntó.
-Ya lo estas haciendo -reí -Claro.
-¿Te gusta Louis, verdad? -cuando lo dije se le quebró un poco la voz. Se me partió el corazón.
-Liam, yo...
-Sé sincera, por favor...
-Yo te dije que no me gustabas de esa forma, te quieor mucho, pero...
-¿Te gusta? -volvió a preguntar.
-Un poco -solté finalmente. Me daba mucha pena, no quería hacerle daño a Liam.
-Bien, pero creo que deberías saber que no me rendiré.
-Pero yo...
-Llegamos -dijo. Y efectivamente así era, el tiempo se me había pasado muy rápido.
-Adiós Cupcake.
-Adiós Leeyum -suspiré mientras me bajaba del coche.
Entré a la casa, saludé a las niñas y quise tomar un vaso de zumo en la cocina. En ese precioso momento llegó Louis.
-Louis, ¿podemos hablar?
-¿Qué quieres? -me dijo malhumorado. Que extraño era, hace unos minutos estaba celoso.
-Emm... quería preguntarte... ¿por qué actuaste así en Starbucks?
-¿Así como?
-Tan... celoso.
-¿Yo? ¿Celoso? ¿De ti? Sigue soñando _____. Eso nunca pasará...
-Eres un estúpido -dije avergonzada.
-Al menos yo no me hago falsas ilusiones -me dijo mientras se iba.
Subí las escaleras con los ojos mojados, de rabia. ¿Quién se creía que era? El problema está... en que me gustó.