2 Mundos |Mario Bautista|

Capítulo 18.

Ya estas a salvo nena dijo Mario limpiando mis lágrimas, enserio esto era tan hermoso, sólo quería agradecerle, me acerqué a él y escondí mi cabeza en su cuello,más lágrimas salían de mí, cada minuto recordaba lo que el tipo quería hacerme.

- Ya nena ya estas a salvo volvió a decir.

Sus palabras eran lo que más necesitaba escuchar, no quería que esto parara.
Cuán equivocada estaba sobre él, pensando que sólo andaba con chicas y que ese era su mayor pasatiempo, en fiestas y demás.

Gracias dije viéndolo directamente, el limpio mis lágrimas y puso un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

Me envolvió con sus brazos, se acercó más a mi y me beso, me beso, ese fue el primer beso de toda mi vida.

No quería que mi primer beso fuera en un lugar así y mucho menos después de algo malo que recordaría el resto de mi días.

Pero no podía detener algo que se sentía tan hermoso, era un beso delicado y tierno, de esos que sólo rozan la piel de los labios.

El beso duro un minuto eso fue lo que sentí, nuestros labios se despegaron, no sabía que hacer, si sentirme mal o culparle por hacer esto.

- Lo siento dijo bajando su rostro.

- yo también lo siento, siento mucho haber aceptado eso, sabiendo que tienes novia, además no debí hacerlo.

- Mi novia...  dijo frunciendo el ceño, yo no tengo novia y no planeo hacerlo.

- y que hay de ella, la rubia, pensé que erais pareja.

- No es mi novia, es solo diversión sabes.

Este beso no iba significar nada, sólo era un beso de consolación quizás, nose que habrá significado para él pero para mi siempre iba ser importante, mi primer beso. Claro como pude pensar que era diferente, pero ahora tenia la certeza  que ellos no habían sido pareja nunca.

- ¿Te irás a casa?
- Si pero no se donde carajos estarán las chicas con quien vine dije sollozando.

- Ven vamos, te llevaré a casa o a donde sea que estés bien.
No debiste haber venido a un lugar como este.

  - No sabía que pasaría esto, pero espera.. Porque dices eso.

- Este lugar no es para ti.

- Lo siento, no creí que fuera una molestia para gente como ustedes.

- no se trata de eso carajo.

Me tomó del mentón para poderme verme directamente al rostro.

- Tú.. Tu eres diferente a todas las universitarias y este lugar es para gente con cualquier tipo de vicios y chicas zorras.

Un montón de mariposas revoloteaban en mi estómago, pero porqué, porque las sentía, el y yo no habíamos empezado bien pero sólo con verlo sabía que el me hacía sentir cosas y nose si el pensaba lo mismo.

Los colores subieron a mi rostro y de nuevo se acercó a mí para besarme, nuestros labios se  juntaron, su aliento a menta inundaba todo mi ser, más el auto inundado de su perfume varonil hacia una mezcla de olores perfectas, un ambiente perfecto.

Nuestra respiración se agotaba, nuestro labios se despegaron y el tomo el volante.

Me acerqué a la ventanilla mi cabeza estaba pegada a esta, el no podía ver mi rostro, estaba sonriendo por dentro, las yemas de mis dedos recorrían mis labios recordando el beso que me había dado en esa habitación.