Sobreviviendo A Tu Lado [Carl Grimes y Tu]

Necesito dormir.

Narra ___:

No puedo seguir arriba de este arbol, pero hasta que la horda se vaya no podre bajar. Mueransé, ah no ya estan muertos, okey me calmo.

Hasta que los mugrosos caminantes decidan alejarse, me presentare: Mi nombre es ____ Williams, Tengo (dejenme pensar) supongo que 14 o 15, mis ojos son marrones pero se podria decir que son bastantes grandes, mi cabello en Marrón pero a la luz del día es Marrón claro, no tengo nada en especial hmmm supongo.

Perfecto, los caminantes ya se han ido.-Pensé

Baje sigilosamente, tratando de que ningún ruido atraiga a la horda. Al pisar el suelo, me dispuse a caminar, anhelando encontrar una casa para poder dormir, eh llevado semanas sin cerrar mis ojos, estuve día tras dia, protegiendo mi trasero.

Luego de caminar horas tras horas, visualice a lo lejos una casa blanca, rodeada de bayas de madera, sonreí y me fui directo asía allí.

Al llegar a las bayas, me quede observando la dicha casa, pero no vi nada fuera de su lugar, saque mi 44 Magnum y me dirigí a la entrada de esta.

Abrí, sin problema alguno, la puerta. Sigilosamente, inspeccione el lugar, encontrándome sólo un caminante.

-Ojala esta porquería tenga algo para comer. -Dije yendo asía la cocina.

Mientras abría una lata de pepillos, empecé a bostezar, con lo cual decidí comer luego y irme a dormir, Aleluya.

[HORAS DESPUÉS]

Me levanté por los molestos ruidos que hacia mi barriga.

-¿Tienes hambre?. -Le pregunte a mi barriga, la cual volvió hacer un ruido- Si, yo también.-

Me eh vuelto loca que empecé a hablar conmigo misma. -Mi "mini mi" hablo

Me sentia con mas energías al parecer dormir me hizo bastante bien. Baje a buscar la lata de pepillos que deje sobre la mesa.

Me senté en el sofá mientras miraba por la ventana y comía un pepinillo, me hubiera gustado haber vivido en un lugar rodeada de la naturaleza, con mi Hermano y mi madre... Mi madre...

- No tuviste que haberte quedado... -Suspire-.... Podíamos escapar las dos... Las dos....-

Tire con enojo la lata, provocando un gran desastre en el living. Puse mis manos en mi cara, ocultando mi tristeza.

- ...Te extraño Mamá...-Una lágrima recorrió mi mejilla derecha-

Me recosté en el sofá, mirando al techo, y poco a poco, mis ojos se volvieron a cerrar.