Parte 1

452 22 0
                                    

El amor no escoge a nadie, no es como si alguien pudiera tocar a tu puerta y pedirte rellenar una solicitud para que te enamores de el.. Nah, las cosas no funcionan así. Lo especial de enamorarse es que al principio no sabes el porque, ¿Por qué esa persona? Sin embargo hay veces en que esos sentimientos no pueden ser correspondidos, hay veces en que... es imposible, y otras en las que todo cambia.

Y así fue, ¿Por qué de el? Yo solo estaba en secundaria cuando pasó, llegué a aquel colegio a mitad de semestre, pues habían transferido a mis padres a otro país, yo me negué rotundamente a mudarme y ellos no replicaron, tuve que buscar un empleo y un departamento que pudiera mantener con tal de quedarme en mi ciudad. Por la misma razón tuve que buscar una escuela que me fuera conveniente, y que estuviera más cerca.

Leer era una de mis grandes pasiones, así que en mi primer día, lo que más ansiaba era visitar la biblioteca. Golpeaba mi lápiz con impaciencia haciendo un ruidito contra mi cuaderno, contaba los minutos para escuchar el timbre de salida, y cuando eso pasó, guardé mis cosas y salí disparada como una bala.

Al entrar me maravillé con aquellos extensos pasillos llenos de literatura, pero escuché un grito... ¿Eh? ¡Quien grita! Se supone que es una biblioteca. Eché un vistazo a mi alrededor y detrás del mostrador, una mujer reprochaba a un muchacho de cabello castaño.

-¡No hay peros!
-¡Pero yo no me quiero quedar aquí! Esto es aburrido, ¡No soy bueno ayudando con cosas silenciosas! Además detesto leer
-Pues debiste pensar eso antes de hacer tu bromita chico gracioso
-¿Oh? Vamos... Hasta la profesora de Química se rió
-Son ordenes del director Kyuhyun, ahora te tienes que quedar aquí unos días, después de clase
-¿Y que se supone que haré- Le espetó fastidiado y molesto
-Ordenar los libros, procurar que todo esté en orden, estar seguro de que todos devuelven lo que leen... No seas tan quejumbroso, será solo una semana
-Pues no tengo opción

Vaya... Aquel chico si que se veía molesto, seguro había hecho alguna broma tonta para que lo castigaran, y parecía la clase de persona a la que no soporto... Al final le pedí a la señora un libro, "La Mala Hora" de Gabriel G. Marquez, me senté a leerlo por un rato, el tiempo se fue volando y al mirar mi reloj, me di cuenta de que debía irme ya. ¡Tenía mi trabajo!

Memoricé la página y fui a dejar el libro, pero la bibliotecaria no estaba, solo aquel chico sentado tras el escritorio, jugando con un videojuego portátil al que maldecía.

-¡Maldición! ¡Pero si te disparé!- Echó la cabeza para atrás denotando frustración, al regresar su mirada me vió con excentricidad.
-¿Qué quieres?
-Solo... Quiero dejar este libro
-Ah... Claro- Se puso de pie y tomó una ficha
-¿Cómo te llamas?
-__________
-¿Cuál es tu carnet de estudiante?
-07480357
-Bueno... ¿Qué libro tomaste?
-La mala Hora, de Gabriel García Márquez- Le dije dándoselo en mano
-Bueno... eso es todo... -Como si nada, se sentó y tomó de nuevo su aparato...

No fue nada especial aquel encuentro, mi día siguiente fue bastante normal, pero al llegar a la biblioteca lo vi de nuevo tras el mostrador, solo que ahora... estaba leyendo. ¡Ja! Los libros son geniales, sabía que no podría resistirse.

A partir de ese entonces, el siempre leía un libro, aún cuando pasaron semanas, y ya no lo encontraba detrás del mostrador, el iba a diario a leer a la biblioteca, sentado en la mesa junto a la ventana. Pasó así el tiempo y yo... yo comencé a sentirme distinta cada vez que lo veía.

Siempre estaba ahí leyendo, yo no podía evitar asomarme para observarlo... ¿Desde cuando había comenzado a mirarlo con tanto detalle? Su cabello oscuro, lacio y brillante, sus Ojos cafés, profundos como la noche. Piel blanca y labios rosados... Yo... Yo me estaba... ¿De el? ¡NI HABLAR!... Bueno... Si... Me estaba enamorando de el. Fue a primera vista, yo nunca le había dirigido la palabra para algo más que pedirle libros...

Quizá era algo tonto pensar en el amor de esa forma, me gustaba observarlo, y ver que libros leía, casi todos eran de aventuras y ficción, me sentía como toda una acosadora, mirándolo de lejos todos los días, sin cruzar palabra alguna... pero todo cambió de repente... Como era costumbre estaba en la biblioteca, buscando un libro en los estantes altos. Me tambaleaba sobre la escalera para alcanzar uno, "La Vuelta al Mundo en 80 Días".

Me estiraba sin conseguir nada, sentí un terror inmenso cuando mis pies resbalaron y yo me caí al suelo... Pero no, no era el suelo, algo me sostenía.

-¿Estás bien?- preguntó sosteniéndome en brazos, me exalte y me zangolotee como un pez fuera del agua haciendo que me soltara, ahora si me había golpeado sobre el suelo.
-No seas torpe- Me extendió su mano
-Yo... Lo siento- Ayudada por el, me puse de pie
-Tu... ¿______? Asi te llamas ¿O no?
-Este... Si
-Bueno... Ten mas cuidado, ¿Qué libro tratabas de alcanzar?
-El Rojo de ahí arriba...-Señalé

El caminó hacia el librero, le bastó con ponerse de puntitas para alcanzarlo, entonces me lo dio en manos.

-¿Lees a Julio Verne?
-Si, me gusta mucho...
-Eso es... Genial
-Bueno, nos vemos luego ________

Lo vi alejarse de mi, y antes de que mi corazón explotara, el se dio media vuelta.

-¿Podemos vernos luego? Pareces una persona agradable-Sonrió

Quien diría que todo comenzaría de una forma tan tonta... El sería más tarde la persona a quien yo habría amado más, pero aquella chica inocente y tierna que lo había conocido era otra... Todo había cambiado, y es ahora cuando me pregunto, ¿Cómo es que un amor tan inocente puede causarme hoy tanto dolor? Yo no esperaba toparme con el de nuevo...

Una cosa lleva a la otra  (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora