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||Capítulo 9|| -Parte 2-

Martijn tocó el timbre parado enfrente de la puerta de la casa de su hermano con las manos dentro de los bolsillos del pantalón. Espero unos segundos antes de que la puerta se abriera ante sus ojos para aparecer tras de esta su único hermano.

El cual lo recibió con una sonrisa y un abrazo de su parte.

— Hombre cuanto tiempo —le dijo Aidan palmeando su espalda al separarse del abrazo. Martijn le sonrió mostrando los dientes y su hermano hizo un gesto con la mano para dejarle entrar—

Martijn miró el interior, y era como el primer día que se lo mostró el mismo día que se lo compró, él pensaba que iba a estar todo desmadrado y cosas rotas, después de la fiesta que montó anoche, que ni siquiera recibió la invitación por su parte.

¿Cómo se enteró? Por las latas y el tío dormido en el jardín. No hay que ser tan listo para saber eso.

Se fue a la salita y se tiró en el sofá, poniendo los pies en la pequeña mesa que estaba enfrente de él poniéndolos uno encima del otro y las manos tras su cabeza con los dedos entrelazados.

Apareció su hermano poco después con dos cervezas en la mano y se sentó en el sillón individual que se encontraba a su izquierda.

— Bueno... Y que haces aquí? —le preguntó tirándole una cerveza—

— ¿Qué? ¿No puedo visitar a mi único hermano? Además, me enteré que te dieron vacaciones y me dije de ir a visitarte —se encogió de hombros, tomando un sorbo de la botella de cerveza—

— Me parece muy bien, que te acuerdes de tu hermano man —le dijo tirándole un cojín a la cara—

— ¡Eh! Yo por lo menos te vengo a visitar, tú nunca lo has hecho —devolviéndole el cojín—

— ¿Perdón? En tu cumpleaños lo hice.

— Mi cumpleaños no cuenta man —dijo tomando otro sorbo—

— Sabes que tengo una agenda muy apretada.

— ¿Sí? ¿Más apretado que los coños que te follas cada día? —le preguntó riendo, haciendo reír a su hermano por su ocurrencia—

— Tío, eso sí es el paraíso. Te lo aseguro.

Sí, sí que lo era. La respuesta de su hermano le recordó el día anterior, en el cual estaba con esa chica, su nombre si no recuerdo mal era Bailey.

Era preciosa, y una buena follada. Era muy buena, para no haberlo hecho nunca. Se sintió tan bien verla llegar al orgasmo, y oírla gemir por más.

Le hubiera dado más si el director no nos hubiera interrumpido. Pero... Esto no se queda así. La quiero, para mí.

Ella era diferente a las otras chicas que ayer se encontraban en la sala, era la que más destacó de las demás y la que más le impresionó, por eso la eligió a ella. Pero... También su forma de vestir aquel día. Lo mató, además de que ella era tímida, y extrovertida al mismo tiempo. Tenía mucha sensualidad, ella podría seducir a un hombre con un solo movimiento de caderas. Hasta llegar al éxtasis sin ni siquiera tocarlo.

Pero sobretodo, sentía esa conexión que decía el director y también sabía que ella también lo sentía. No se sabe el por qué. Pero era así.

El sonido de su teléfono lo despertó de sus pensamientos. Martijn frunció el ceño al ver que no tenía el número guardado en la agenda y que era un número desconocido.

Confundido contestó la llamada deslizando el dedo pulgar por la pantalla y poco después se lo colocó en la oreja.

— Garritsen —contestó primero—

— Señor Garritsen, lo llamo para informarle que usted es el elegido para la película que se comenzara a rodar mañana por la mañana en la calle Wilshire Boulevard —contestó una mujer mayor tras el teléfono—

— ¿En serio? —preguntó sorprendido y feliz—

— Sí, usted da el perfil perfecto. Le estaremos esperando. Que tenga un buen día —y con eso colgó, dejándolo sin palabras—

— ¿Quién era? —le preguntó Aidan terminando su cerveza dejándola poco después en la mesa—

— Me han cogido para la película —dijo dejando caer el móvil al sofá—

— ¿De qué película me estás hablando? —preguntó su hermano confundido—

— Sí, ayer hice una prueba para una película porno... Y al parecer me han cogido —dijo desviando su mirada del suelo hasta la figura de su hermano—

— ¿Me estas jodiendo? —preguntó desconcertado—

—Martijn negó con la cabeza— Me dijiste que lo intentara ¿No? Pues ya ves.

—Aidan se levantó del sillón— Ven aquí y abrázame man —abrió los brazos para un abrazo de hermanos—

— Esto es increíble, ahora vas a follar más que en toda tu vida macho —le dijo dándole palmadas en el hombro—

~To Be Continued~~>