De verdad te necesito.

Parte 1

.-Alec-.

Alec corrió con toda la energía que su cansado cuerpo logró reunir directo al demonio que estaba tras su hermana; mentiría si dejara que al fin estaban teniendo buena batalla porque esto no lo era, era más bien como una masacre para los cazadores de sombras y parte del submundo que logró contactarse con ellos y que fueron –llamados de una forma muy Mundana incluso para un vampiro como Simón –directo a la "boca del lobo". Logró llegar a tiempo matando al demonio con su espada, había llevado a Gabriel con él esperando no tener que ocuparlo porqué él había contado sus flechas y llevaba incluso más de las que pensaban ocupar –groso error –nada más darse la vuelta se sintió cansado, sabía que tenía una herida horrible en el abdomen –posiblemente de un demonio –pero no era solo suya, Jace tenía una muy parecida –y más profunda –en el otro lado, por lo que le era imposible siquiera el hecho de querer ocupar todas sus capacidades –se sentía limitado dentro de su propio cuerpo –

-¿Estás bien Izzy?-le sonrió cansado.

-Mejor que tú Big Brother-

Alec no replico contra eso, por primera vez –posiblemente en años –Izzy tenía razón, no se encontraba bien y tampoco le hacía bien el hecho de que la poca energía que aún portaba se la llevara Magnus –gracias a la Runa de Clary –para así poder ayudar a todos los heridos, ¡Por el Ángel!, a este paso se iba a desmayar.

-¡Alexander!-

Luego de aquel grito todo paso muy rápido, simplemente en un segundo vio a un demonio ir directo a donde estaba él con la intención de matarlo y estaba bien, para eso estaba preparado –puesto que cuando iba de caza no siempre podía asegurar de que iba a volver entero –pero no para ver a Magnus interponerse entre él y el demonio, como si supiera que algo malo iba a pasar, que posiblemente de un ataque tan directo no iba a vivir –no como él que era un Brujo hijo de Asmodeus –y aunque intento siquiera gritar el nombre del contrario nada salió, simplemente pudo ver como el cuerpo de Magnus era atravesado por un demonio y luego azotado contra una pared –posiblemente en la cabeza –por la cantidad de sangre que la frente estaba presentando cuando aún no lo soltaba.

-¡Magnus!-

Abrió los ojos completamente agitado, nuevamente había tenido la misma pesadilla, nuevamente volvía a ver el momento exacto donde a Magnus le herían y de no ser Catarina –que había ido para sanar a los cazadores de sombras que estaban en peor estado –posiblemente ahora mismo estaría vestido de blanco para llevar el luto que sentiría por su pareja. Se llevó uno de sus brazos a la cabeza y lo poso sobre sus ojos, posiblemente debían ser cerca de las tres de la mañana –la misma hora que venía despertando desde que Magnus había sido internado en el hospital –pero ya no tenía sueño, ni siquiera había indicios de que este iba a volver en algunas horas porque sabía de sobra que no era así, que nuevamente debería esperar a que fueran las tantas de la mañana para ir a ese cuarto de color blanco y sentarse nuevamente en esa silla todo el día sin comer –a menos que alguno le llevara algo porque se negaba a dejar a Magnus solo –y luego tuviera que ser sacado del cuarto por Catarina para que lo dejara descansar y el volviera a casa, comiera medio pan y nuevamente a la cama para dormir apenas y un par de horas. Esa era su rutina desde hace al menos tres semanas; tres malditas semanas en las cuales Magnus no había tenido estimulo alguno sobre su cuerpo, donde ni siquiera habían podido monitorear si estaba bien o no porque tampoco podían sentirlo, ni siquiera con la ayude Catarina o Ragnor habían tenido respuestas.

Dejo las lágrimas fluir de a poco, sabía perfectamente que por la Runa aun podía darle de su energía a Magnus pero sabía que aunque le diera la energía de todo el mundo no podrían hacer que abriera los ojos, Catarina les había dicho que el golpe en la cabeza había posiblemente alterado algo dentro de él y ahora se encontraba en estado de coma, algo del cual no sabían si iba ahora o en un tiempo, aunque también tenían el peor de los casos donde no lo iba a hacer en lo que le restaba de eternidad. ¡Era injusto!, ¿Por qué ahora?, no pudo ser antes, ¿Por qué Magnus?, estaba seguro que incluso él hubiera despertado antes o no hubiera quedado así, que hubiera podido hacer lo mismo por Magnus, defenderlo y tenerlo con vida, seguro, incluso cómodo en la misma cama que ahora estaba ocupando –completamente vacía –donde se sentía la ausencia del brujo.