Capitulo Unico

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Odio el día en el que mi madre decidió que era buena idea no ir a dejarme al colegio en auto y tomar en su lugar un Radio-taxi, Dios, esas feas carcachas que llegaban a ser molestas de lo tan puntuales que eran y no podías demorarte porque...Uff.
Normalmente me recogía un hombre bastante viejo, era buena gente pero era lo más aburrido del mundo el trayecto -¿Se han dado cuenta de que todas estas personas no dejan de hablar? Pareciera que tuvieran miles de temas de conversación y no entendía de donde los sacaba, normalmente le seguía la conversación al hombre pero era muy vagamente, con monosílabos como "mmh.., ¿Ah si?, Ooh.., Claro" pero aún así pareciera que mientras más decías estas frases, el hombre tenía más temas para aburrirme.
De todas formas me había encariñado con el hombre, al cabo de dos meses ya le seguía la conversación y hasta le contaba mis problemas y el los míos.
Hasta que un día de la nada dejo de venir.
Habían llamado por teléfono un día antes para avisar que remplazarían el Radio-taxi y no me pude sentir peor, justo ese día la estaba pasando horrible y luego esa noticia fue la gota que rebalsó el vaso.
Pero al contrario de tristeza, tenía mucha mucha molestia.
Al otro día ya estaba lista, justo a las 7:30 que era el horario en donde me venían a buscar, mire la ventana de la casa que miraba hacia la calle y no había nada. "Seguramente hay tráfico" pensé mientras regresaba el baño.
Aproveche la demora para hacerme una trenza y arreglarme un poco más.
7:40
Mierda ¿que pasaba? Ya me sentía impaciente, no podía demorarse o por su culpa llegaría tarde y tenía prueba de Química.
Volví a mirar la ventana. Nada.
¡Ugh!
7:42.
Y...¡Por fin! Un auto color blanco, bastante normal pero un poco descuidado se había estacionado frente a la casa, baje corriendo por las escaleras, me despedí de mi madre y salí de la casa.
Cierto, ahora no estaba el señor, ahora había otra persona.
Subi al auto desganada y cuando miré al conductor me llevé una sorpresa, no era un hombre adulto, si nó uno bastante joven y se veía nervioso.
-Lo siento mucho de verdad, es que nunca me habían tocado estas calles y me perdí.- Dijo apenado.
Seguía un poco sorprendida al ver un hombre joven en el volante, normalmente siempre eran hombres ya mayores los que manejaban estas carcachas, pero al parecer me equivoque. De todas formas el no era el otro señor.
Le dije que no se preocupara y le estire el dinero para entregárselo y comenzó a manejar.
Me apoye a un lado de la ventana y me quede viendo el trayecto -Que me sabía de memoria pero era mucho más divertido que otra cosa-.
-¿Como te llamas?
-Tania.
-¿Cuantos años tienes? ¿Once, Doce?
-No.
-¿Catorce?
-No.
-...¿Quince?
-Si .- Y regresamos a los monosílabos, era como apretar el botón de reset y vamos de nuevo, al menos el otro señor no se esforzaba tanto, este era persistente.
- Uhmm...¿No hablas mucho cierto? O estas decaída.- Si, definitivamente todos los taxistas eran buenos para hablar.
Pero de repente me vino la curiosidad.
- ¿Por que el otro taxista canceló? -Pregunté.
-¡Oh! Hablas del señor Eric, es el único que conozco de todos mis compañeros de trabajo, le cambiaron la ruta, ahora maneja por otros lados, de hecho me dijo que te mandaba saludos.
-¿En serio?- Me alegre al saber que al menos estaba bien, no pude evitar sonreír -Dile que yo también le mando saludos.
El chico al ver mi reacción se alegró también.
-¿Por que no le dices tú? - Dijo mientras sacaba una especie de mini grabadora.
-¿Como? -Pregunté sin entender hasta que sonó un pitido.
-Taxi 06 me gustaría comunicarme con la central. -Dijo mientras acercaba el artefacto a su boca.
-Central, que se necesita.
-Conécteme con el Radio-taxi 12 por favor.
-De inmediato.
Por un momento se quedo todo callado hasta que volvió a sonar el pitido.
Siempre veía a los taxistas comunicarse con esa cosa para decir dónde estaban o a quien tendrían que buscar luego pero nunca había visto algo parecido, era genial.
-12, Que ocurre - Se escucho una voz más adulta, ¡Era el señor Eric!
-¡Señor Eric! -Dije acercándome precipitadamente al comunicador.
-¡Mi niña! ¿Como está? Que lastima que ya no pueda dejarla más al colegio, pero ahora tiene a mi compañero Santiago, el la va a cuidar , es un buen chico.
-¡Y ese chico soy yo! - La voz del otro lado comenzó a reír, me despedí cordialmente y termino la llamada.
Ahora el llamado Santiago me miró de nuevo con su amplia sonrisa.
-¿Que?
-Todo amigo del señor Eric es amigo mío.

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2019 ⏰

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