Do You Remember?

Capítulo 32..."¿Jerrie is real?

Flashback

Octubre 26, 2016

Luke se dejó caer en la cama. Mientras veía el techo y se hacía consciente del silencio que lo rodeaba, el chico comenzó a repasar una y otra vez lo ocurrido con Perrie.

Ella estaba enamorada de una chica.

Pero ¿Eso en que la convertía? ¿Acaso era gay?

Claro que si. Entonces ¿Por qué acepto salir con él? Podría ser para encubrir el hecho de que le gustaban las mujeres, pero eso era algo que no terminaba de encajar.

Él no estaba en contra de los homosexuales, de hecho, estaba a favor de que se les tratara como lo eran, personas iguales al resto. Cuando estaba en la serie de "Skins", tenía aquel estilo más inocente y tierno, la gente solía acosarlo diciéndole que era gay. Pero el nuca le tomó importancia que los demás decían, después de todo, no era para nada un insulto.

Aunque este era otro caso. No te enamoras de ese alguien, luego ese alguien te acepta y te enteras de que es gay, y vives como si nada. Luke negó con la cabeza, consciente de que lo hacía para sí mismo y para su mente. No, la sexualidad de Perrie no era el problema, era el hecho de que aquella chica, a la que tanto había amado, era "su mejor amiga". ¿La seguía amando? ¿Habría sido capaz de engañarlo con tal de estar con ella? No sabía la historia completa, pero sabía que aún tenía contacto con ella, posiblemente, aún la amaba tanto como al principio.

Se pasó horas y horas meditando, dándole vuelta a la misma situación una y otra vez. En su mente apareció Perrie, unas horas antes, cuando había seguido a Jed hasta afuera. Sus miradas se habían encontrado por unos segundos antes de que Jed le exigiera que arrancara el auto. Habría querido abrazarla. Tenía los ojos rojos y las lágrimas le cubrían las mejillas, su rostro estaba sonrojado por el frío, sus labios temblaban al igual que todo su cuerpo, sus puños estaban cerrados con tanta fuerza que sus nudillos estaban completamente blancos, aún a esa distancia Luke había podido notar que todo su cuerpo estaba rígido, en sus ojos azules había visto miedo, angustia, dolor, sorpresa...y amor.

No, Perrie amaba a Luke, aquello no era sólo por esa chica. ¿De verdad iba a perder a Perrie por eso? Sabía que, teniendo a alguien tan hermosa, tan única, tan...Perrie Edwards, como novia iba a ser todo un show. Habría muchos hombres detrás de ella, y en todas las relaciones hay siempre un poco de celos y sentido de la protección. ¿Qué importaba ahora si se le sumaban también las chicas? Perrie lo valía.

El corazón de Luke empezó a martillar con fuerza en su pecho mientras su mente llegaba a una decisión. Era extraño la maraña de emociones que tenía en aquel momento, por un lado el ánimo comenzaba a subirle, pero por el otro, seguía estando triste por el hecho de que Perrie no hubiese confiado en él, además de sentirse abrumado de la situación.

Pero no importaba cuantos ex-novios tuviese Perrie, o si todos ellos eran chicas; no importaba si Luke era el único chico que hubiese gustado a Perrie, o si ella se fijaba en las mujeres en vez de hombres; no le importaba cuál hubiese sido el oscuro pasado que hubiese tenido, o cualquiera de esas cosas que estaban en segundo plano, lo único que importaba era ella. Sólo importaba Perrie. Y Luke lucharía contra chicos y chicas por ella, no se iba a dar por vencido, la amaba y le demostraría que así era.

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Jade se encontraba sentada en el gran pasillo del hotel, justo al lado de la puerta de la habitación de Luke. Había pasado a casi dos o tres horas, y estaba quedándose dormida. Había llegado al hotel gracias a una página de fans de él, en una publicación habían dicho donde se hospedaba.

La morena tenía las rodillas encogidas, y los brazos sobre ellas, con la cabeza gacha. Eran aproximadamente las doce, o posiblemente ya era la una de la mañana, pero estaba esperando puesto que uno de los trabajadores le había dicho que Luke aún no regresaba. Comenzó a tararear una canción, para mantenerse despierta. Unos minutos después, pasos se escucharon al otro lado del pasillo, se iban acercando, pero jade no prestó tanta atención. Estaba segura que era solo otro trabajador.