Epílogo

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1 Años Después...

POV PERRIE:

Y ahí estaba yo. Frente al espejo admirando mi vestido de novia. Era tan blanco que hacia mi piel resaltara un poco más. Mi cabello rubio estaba sujeto en media cola agarrado al velo. Una cadena de oro con dije de flor. Y yo...era la novia más feliz del mundo.

Sentía en cualquier momento me desmayaría de la emoción. Tenía el estómago revuelto, mis piernas flaqueaban y mi corazón latía a mil por hora. Estaba algo ansiosa, no podía esperar ni un segundo más a para unir mi vida con la de Jade. Estaba lista para ser suya y que ella fuera mía, era todo lo que necesitaba. Y lo mejor de todo es que todo esto era real.

No había nada de Sam, Jed, Zayn o Luke. No había más miedo por parte de nosotras. Ya no había más secretos. Ahora era real.

Sí quizá me hubieran dicho que me casaría con una mujer, yo me hubiera reído en sus caras con cara de asco. Al contrario, yo amaba a esa hermosa mujer que era mi badmate de grupo, mi mejor amiga, mi hermana, mi amante en todos los sentidos, era nada más y nada menos que Jade Amelia Thirlwall Badwi, mi prometida que será en unos minutos mi esposa.

Se abrió la puerta de la pequeña habitación donde me encontraba y di un respingón. Entonces me encontré con los ojos azules de mi padre que me miraban con algo de nostalgia y emoción.

—Hola —Dijo suavemente cerrando la puerta tras de él.

—Hola —Dije con una leve sonrisa.

Me sentía feliz, ahora las cosas estaban bien con mi padre y yo me había vuelto a sentir la misma niñita consentida de papá.

—¿Nervioso? —Pregunté con una risita mirándolo por el reflejo del espejo.

—Eso debería preguntártelo yo a ti, ¿No te parece? —Dijo limpiándose las manos en el pantalón

—Lo sé, es solo que confió en que todo saldrá bien—Dije sonriendo.

Aunque la verdad, yo también me moría de nervios. Quería que todo fuese mágico como siempre imagine mi boda.

Mi padre se acercó lentamente y se paró justo a mi lado. Ambos nos quedamos mirándonos uno al otro por medio del reflejo del espejo. Pasó una mano por mi cintura y después volteó para depositar un pequeño beso en mi mejilla, cosa que me sorprendió porque mi padre siempre había sido un hombre algo reservado con las demostraciones físicas de amor.

—Te ves hermosa —Dijo volviendo a mirarme por el espejo —No puedo creer que hayas crecido tanto.

—Eso no lo pensaste cuando me criticaste por mis sentimientos y no te importo lo que hacía —Dije sin poder evitar que las palabras salieran de mi boca.

Me miró con algo de tristeza y yo lo mire en forma de disculpa.Intentábamos no tocar el tema porque sólo hacía sentir más culpable a mi padre

—No pasa nada —Dijo mi padre captando mi mirada —Fue un error, me comporte como un idiota que me olvide de la felicidad de mi propia hija.

Volteé a verlo y lo abracé con fuerza. Supongo que en otras circunstancias mi padre habría roto el abrazo más rápido, pero lo único que hizo fue abrazarme de la misma manera.

—Te quiero, papá —Susurré con suavidad en su oído.

—También te quiero, mi pequeña Pezza —Susurró mi papá felizmente.

Entonces la puerta volvió abrirse provocando que diese otro respingón separándome de mi padre. En el umbral apareció Caroline, la organizadora de nuestra boda, con una carpeta en manos nos miró con una sonrisa de oreja a oreja.

Do You Remember?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora