Un magico lugar "Capitulo VII"

31 3 3
                                    

Mis párpados me pesaban, no me quería levantar, de seguro y despertare en mi cama apuntó de levantarme para ir a la escuela, de seguro y todo lo de Asfodel fue un sueño, ya me pasaron varias veces, una vez soñé que era una viajadora del tiempo como gwendolyne del libro de Rubi y estaba a punto de estar en una misión con el guapísimo Gideon devillers.
Pasaron unos minutos u horas cuando alguien me sacudía,
-Dana levántate iremos a ver los unicornios-la voz de Alejandra me sacó del mi descanso, no había puesto atención a lo que dijo, creo que era algo de ver uniones o algo asi?
-que?-tenía mi voz roca,todavía no abría los ojos.
-vamos a ver los unicornios
-no quiero ir a la escuela
-a la escuela no a ver a los unicornios, conocer Asfodel.
Espera.....dijo... Asfodel? ERA CIERTO!! NO ERA UN SUEÑO, abrí los ojos de par en par y me levante lo más rápido que pude.
-ten-Alejandra me tendió una ropa, ella traía unos pantalones y una camisa rosa-Susan me encargo que se los diera-
-vale-dije y tome la ropa
-los demás te esperan abajo en el desayuno, nos vemos ahí y no tardes-salió de la habitación. Tome la ropa, eran unos jeans, unos zapatos con extraña forma que se parecían a los de Tinkerbell, me cepille rápidamente el cabello y salí de la habitación.
Todos estaban  comiendo en una gran mesa en el salón, tenía un color blanco con un mantel plata....todo muy elegante....wow, Susan y Mariana hablaban con grandes platos de comida enfrente, huevo con tocino humeaba de su plato acompañados con puré de papa, pan y un jugo de naranja. Me senté al lado de Isabel en seguida un camarero me llevo el desayuno, el mismo que tenían todas.
Al terminar el desayuno Susan nos llevó a las afueras de la aldea hasta una pequeña montaña
-bien, que quieren ver primero?- Susan se dirigió a nosotras
-UNICORNIOS!!!- chilló Alejandra,Susan río, tenía una linda risa como el canto de los pájaros
-bien unicornios serán- siguió su camino y nosotras detrás obedientes, llegamos a una parte del bosque con un sendero grande de piedra, se veían pequeños brillos en el aire, de seguro de las hadas, nos llevó caminando hasta una parte lejos del sendero con tierra y hojas en el suelo, pasamos por debajo de un árbol caído mis rodillas se llenaron de tierra e instintivamente me las sacudí, al voltear de nuevo al camino miles de caballos blancos con cuernos en la cabeza de color platino, todos estaban pastando, eran demasiado grandes, sus ojos eran de color violeta brillante con un toque de azul.
-aquí están los unicornios-dijo Susan mientras tenía las manos en su cintura.
-podemos acercarnos?- preguntó Alejandra
-claro- se encoge de hombros-pero primero se deben acercar lentamente, dejen que las huelan, hacen una reverencia y si les responden lo pueden tocar y si les permiten lo pueden montar-sonríe.
La primera en acercarse fue Mariana, alzó una mano y un unicornio se le acercó, la olió y luego estornudo, luego volvió a su misma expresión, como si estuviera sobre todos, Mariana hizo una breve reverencia y bajo la cabeza, el animal acercó la cabeza a ella, al parecer dudo un momento y justo cuando lo iba a tocar un fuerte rugido se escuchó en mis oídos, la tierra aprecio temblar, todos los unicornios salieron cabalgando despavoridos, todas nos quedamos quitas, se escuchaban una alas batirse enormes hacia nosotras.
-no se muevan, estas criaturas pueden captar movimiento a kilómetros de distancia y atacan sin dudar-dijo Susan en un murmullo.
La obedecimos y la criatura apareció de un color esmeralda brillante con cuatro patas delanteras con uñas como navajas, un cola larga con púas en la punta de un color como el cuarzo, una grandeza alas que en cada punta terminaba en púa y un cuello largo y ancho, una cabeza enorme con dientes afilados como espadas y unos ojos azules como los de un gato, fácilmente media unos 25 metros de alto y  30 metros de ancho, la criatura se paró enfrente de nosotras su mirada fue a cada una de nosotras, hubo un largo silencio hasta que el animal rugió de nuevo, era un dragón.

A través de la puerta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora