51

43 5 4
                                    

Me vi reflejada en la Luna cada noche,
cuando las letras se acercaban a mi pidiendo liberación,
cuando una canción se repetía mil veces en mi mente,
cuando un amigo me abrazaba,
cuando hacía sonreír a alguien, de verdad
cuando notaba lo bien que me hacía sentir cierta persona;
Me vi reflejada en la Luna cada noche de cada día que fui feliz.
Ella me contaba historias de nunca acabar para que yo escribiese.
Me dictaba poemas, me cantaba canciones, me abrazaba.
Me recordaba lo bueno que era vivir.
La Luna tenía tu rostro en cada acción, en cada paso que daba.
Tal vez por eso la Luna me daba tantas sensaciones
tantos recuerdos
tanto.
Tal vez por eso cada vez que veo la Luna te recuerdo, sin quererlo, (tal vez no), ya que todas las noches la miro esperando que libere cierta poesía, como lo hacía tu sonrisa.

La Luna, tu rostro.

Ve más allá. |En edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora