3-Las acciones solo son reflejos de lo que tu mente clama.

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Mire a los ojos a John clamando de su ayuda, los sollozos de Rask y los reproches de Vlada se escuchaban al fondo de mi mente haciendo eco, cerré los ojos fuertemente sintiendo el desconsuelo en mi pecho, ese tan característico de cuando Damian me...

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Mire a los ojos a John clamando de su ayuda, los sollozos de Rask y los reproches de Vlada se escuchaban al fondo de mi mente haciendo eco, cerré los ojos fuertemente sintiendo el desconsuelo en mi pecho, ese tan característico de cuando Damian me lastimaba..

—John, por favor sácame de aquí..—susurré justo cuando un jadeo mezclo con mi suplica, mientras que el dolor se hacía cada vez menos soportable.

No me di cuenta en qué momento o instante deje de estar de pie para pasar a estar en brazos de John, solo lo note cuando el olor de la fragancia que usaba choco contra mis fosas nasales. Sentí que mi pecho era desgarrado por un lobo, como si este hubiese enterrado sus garras hasta lo más profundo de mi alma, y aun ahí adentro las arrastre por mi pecho, hasta que esté todo destrozada y rota por dentro.

Maldije en voz baja, eche un vistazo por encima del hombro de John, vi que el miraba directamente la espalda de mi amigo con el ceño fruncido, luego me miro, y por un segundo sentí que el aire se quedaba atascado en mi garganta junto con el nudo que en esta se formaba. Su expresión cambió a una de confusión y desentendimiento, aparte la mirada en cuestión de nanosegundos, deje descansar mi rostro contra el pecho de John.

—Charlotte.. — murmuro John.

—¿S-si?. — dije entrecortada y dolorida.

Se quedo en silencio, y por ende no obtuve respuesta alguna. Le mire desde su pecho, primeramente sus brazos, notando cada uno de sus tatuajes, detallándolos y tratando de ver más allá de ellos.. Buscando la manera de descifrar su dolor, de cautivar al miedo o al odio que se escondía detrás de tantos matices y gamas de colores, de tantas maculas y figuras abstracta. Continúe con mi inspección, hasta que al final de todo me perdí tanto en él y en mi mis pensamientos que no me di cuenta que ya estábamos al frente del auto.

—Char, ya estamos en el auto, ¿te sientes mejor?. — la voz de John me hizo despertarme de mi ensoñación, le mire volviendo en sí, justo cuando el dolor en mi pecho comenzó aun más fuerte que antes.

Grite de dolor alarmando a todos, John se subió conmigo encima, acomodándome en sus piernas, acunándome en sus brazos arrullandome y tratando de calmar todo mi dolor, aun cuando esto era casi imposible. La imagen desgarradora de ellos felices me había destrozado, pero había servido de prueba para abrirle los ojos a Rask.

La sola idea de que Pier, su lobo y su parte vampírica; básica y sencillamente de que todo el nos haya olvidado se me hacia tan abrumadora que nunca estudie la posibilidad de que esto sucediera, siempre imaginé un reencuentro con Pier; nunca de esta forma, pero la imaginaba. 

Nunca se me vino a la mente una idea de que él hubiese cambiado tanto, claro pero olvidó que la persona que yo conocí solo fue una simple ilusión efímera, algo pasajero que llegó con un desastre natural que arranco cada uno de mis demonios en cada viraje, el jugo con mi estabilidad dándole a esta nuevas oportunidades de encontrar un horizonte hermoso lleno de luz y paz, una oportunidad que solo se manifestó para borrar mis pesadillas y al fin al cabo, me dejo entender que todos escondemos algo, que no importa si eres el ángel más puro y bueno, siempre te podrás ver contaminado por el pecado y la maldad...

La Cicatriz de tu Rechazo.(#2/AMR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora