La apuesta.- Louis Tomlinson & Tu.

Capítulo I.

_______ Jenkins. 17 años, bastante madura. Simplemente algo débil y solitaria, sin nadie al rededor, a parte de su triste y anciana abuela. Lo único que desea es tener algún amigo en su vida. 

-Hola cerebrito lindo.- Louis Tomlinson, repugnante compañero de pupitre.

-Que tal, decerebrado.

-Excelente, supongo. ¿Por qué no me das algo de tu cerebro, sabelotodo? O mejor, ¿me haces la tarea?- Su sarcástica forma de hablar, me pone de malas.

-Estás demente, estúpido.

-No más que tu, anormal.

Cada palabra, su lengua moviéndose con tanto placer al decirme esas cosas tan horribles, me estremecía y un nudo en mi garganta cada vez iba creciendo más y más...

-Cállate. Tomlinson.

-Eres tan débil, pequeña ________.

-¿Y tu te crees muy valiente, grandote Louis?

-No me retes, estúpida.

-Y tu no te metas conmigo.

-Que miedo. Nos vemos ahora, pequeña insignificante.- Te odio Louis-. no sabes cuánto...- Sin querer lo dije en voz alta.

-¿¡QUE!?

-...No sabes cuánto quiero que llegue ese momento.- Rió.

Cafetería. iPod. Música. Mi vida entera. Aunque ya las mismas 460 canciones me tenían harta y aburrida, no tenía nada más que escuchar y todos los libros que cargo en mi mochila ya me los he leído unas 7 veces cada uno. Si tan solo tuviera a alguien, con quien compartir todo, tal vez sería diferente.

-¿Otra vez escuchando tu hermosa músiquita, Jen...?- Era Louis, quitándome uno de los audífonos. Mi apellido es Jenkins, así que me dice Jen, absolutamente absurdo.

-Déjame en paz, Tom...linson.

-Con gusto...anormal.

Maldito.

Louis Narración.

-¿Que hay, Lou?

-Hola, Miranda. Hola, Niall. Hola, Greg.

-¿Como has estado? ¿Diviertiéndote con _____, quizá?- Los cuatro reimos, vaya que sí era gracioso.

-Que adivinos.- Volvimos a reír.

-Tenemos una... propuesta para ti. Por 2.000 dólares.- Suena demasiado...interesante.

-¿Que tengo que hacer, o qué?

-Es una apuesta. 

-¿De qué trata?- Sonaba bastante inquieto, pero 2.000 dólares no se consiguen de la noche a la mañana.

-También debes darnos algo de dinero, si tu pierdes nos das el valor que diste... si perdemos te damos el valor que dimos. Pensé que ya sabías lo que era una apuesta.

-Primero diganme qué debo hacer y luego... cerramos el trato.

-Muy bien...