La Calle Principal

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Después de que la chica terminó de darnos instrucciones acerca de lo que debíamos de hacer, las puertas automáticas de cristal que estanam en el centro de los ventanales se abrieron (no por las que habíamos entrado, estoy hablando de otras...) muchos niños titubearon en salir, algunos simplemente lo hicierom sin dudar siquiera un segundo, no lo pensaron, ¿porqué debía de hacerlo yo?

-Vamos Ben, tenemos que...
Dejé que la frase se quedara en el aire, había perdido a Ben, volteé a ver a mi alrededor, como no vi rastro alguno de él, únicamente avancé hacía las puertas automáticas de cristal, el paisaje de afuera se veía hermoso, un atardecer, un cielo rojizo, grandes edificios que se posaban ante la vista de las personas, había chicos que caminaban por las aceras, se veían muy felices, no dudaba rn que eso fuera un nuevo comienzo, yo lo tomaba como uno...
Cuando salí respire el aire caliente que estaba presente en la gran ciudad, había unos cuantos chicos de unos 15 y 14 años con cámaras fotográficas con las cuales nos tomaban fotos a los recién llegados, también tenían micrófonos con los cuales hacián preguntas a algunos de nosotros, la zona estaba acordonada.
Caminaba lentamente cuando tropecé con algo y caí al suelo, escuché unas cuantas risillas por ahí, sentía miles de ojos dedicando su mirada exclusivamente a una cosa: al chico que estaba tirado en el suelo, haciendo un ridículo, algunas cámaras se enfocaron en mí y tomaron unas cuantas fotografías, tenía ganas de llorar, sentía un nudo en el estómago, pensaba en quedarme ahí tirado cuando unos tenis rosas se posaron efrente de mí:
-¿Necesitas ayuda?-dijo una dulce voz, la misma que me había preguntado si prefería a las morenas o a las de piel blanca-. Toma mi mano, te aydaré...
Alcé un poco la mirada hacía su rostro y luego hacía su mano, se extendía hacia mi, la tomé y me levanté rapidamente, las risillas habían cesdo y las cámaras se dirigían a otros lugares.
-Gracias-dije yo al levantarme, me sacudí un poco el polvo con ambas manos-. Tú... ¿También vas al mismo... Autobús que yo?
James, eres un estúpido dije yo dentro de mis pensamientos, ¿Qué clase de pregunta es esa?
¿No ves la maldita pulsera amarilla en su muñeca, no recuerdas que titubeó en sentarse a lado de ti y que te preguntó algo incómodo?
-Pues... Sí- dijo ella esbozando una pequeña sonrisa y apuntando su muñeca izquierda con el dedo índice derecho-. Color amarillo...
Caminamos juntos en silencio por el camino acordonado que nos llevaba hacía nuestro autobús, seguía habiendo gente tomando fotografías a lo largo del camino. Antes de llegar al llamativo autobús amarillo un chico de unos 14 años con un sombrero color gris en la cabeza y con un chaleco color café y pantalón gris me detuvo y me puso el micrófono en la boca:
-¿Tan rápido consiguió una novia?- preguntó él con la calma más grande del mundo, me sonrojé un poco volteando a ver a mi compañera de la pulsera, ella también estaba un poco sonrojada.
-Ella... No es mi... Novia...-dije yo titubeando-. Es mi amiga...
-Claro "amigos"-dijo el riéndo y quitándome el micrófono de la boca.
Caminamos el poco trayecto que nos quedaba para subir al autobus, los dos teníamos la mirada fija al frente, había una barrera de silencio entre los dos, lo único que provoca un ruido era el "Clic" de las cámaras fotográficas y las conversaciones que se mantenían fuera de la puerta de cristal de la terminal.
Nuestro autobús estaba detrás de uno de color azul fuerte, el cuál empezó a avanzar emitiendo unas pequeñas estelas de humo que luego cesaron cuando este se alejó li suficiente para dejar de verlo.
Ella subió los escalones que daban a la puerta uno por uno, muy despacio, cuando ella terminó de subir empecé poniendo mi pie derecho en el primer escalon, pero el chofer, un chico de unos 18 años m dijo:
-¡Solo nos faltaban ustedes dos, se apuran o los apuro yo!-dijo el con una voz imponente, de autoridad, llevaba con el un uniforme color azul marino, era un chaleco de ese color y una camisa manga larga blanca, una gorra de chofer del mismo color de su chaleco y sus pantalones.
Terminé de subir la escalera muy apresuradamente, cuando entre al autobus, las puertas se cerraron detrás de mí, dejando un olor a aromatizante de manzana con canela en el aire, el chofer me observó con unos ojos llenos de odio, avancé apresuradamente al único asiento vacío, alado de ella...

Perdón por no actualizar temprano u.u es que tengo el proyecto de una maqueta y, bueno me resta mucho mi tiempo, pero prometo actualizar capítulos más largos n.n

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