"He's obviously bi"

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902 palabras.
Comedia.
Se encontraban en la mitad de un caso, un asesino serial que realmente no presentaba un gran reto para Sherlock. La razón por la que hubiera aceptado tal caso era la siguiente: John y Mary habían decidido que era mejor divorciarse, ya que desde la muerte en el vientre de Hamish, como habían nombrado al bebé, no habían hecho más que pelear y tratar de salvar su matrimonio. Luego de tres años de continuas peleas y reconciliaciones, habían decidido que era suficiente. Y John, a pesar de estar aliviado, sentía la culpabilidad. Creía que pudo haber hecho algo más, así que Sherlock lo mantenía lejos de malos pensamientos, tal y cómo él lo había hecho en tiempos de necesidad con él.
Caminaron en silencio hasta llegar al lugar en el que se suponía, el asesino se encontraría con una nueva víctima.
Se sentaron mientras el mesero les pasaba sus menús y se retiraba, Sherlock le lanzó una mirada al reloj con impaciencia.

— ya debería estar aquí— dijo frustrado mientras su compañero elegía algún alimento del menú.

— quizás sufrió algún percance— sugirió para que su amigo se tranquilizara, y así lo hizo, aunque con una expresión altanera.

—  Tienes razón, John— afirmó el detective antes de revisar el menú rápidamente—. El menú de alitas de pollo no tiene realmente alitas de pollo, así que te sugiero no pedirlo.

El otro asintió, volviendo a tomar su menú para elegir otro plato con resignación.
El camarero volvió y luego de que ambos ordenaran, se retiró. John se dedicó a admirar el lugar. A su parecer, era perfecto para un asesino; las paredes eran oscuras y había muy poca iluminación, tan solo una vela por mesa, las cuales sólo contaban con dos sillas. Sin contar que ellos y una pareja que parecía querer comerse, eran los únicos en el lloca, junto a una solitaria muchacha que parecía esperar a alguien.
Retiró la mirada, abochornado, del lugar. Sherlock, al ver su conducta, miró al mismo lugar, para darle una mirada al cuarto.

— John— llamó la atención de su acompañante, que miraba sus manos apoyadas en la mesa mientras jugaba con sus pulgares—. Cuando el asesino entre, tendremos que fingir ser una pareja.
El aludido puso una mueca de incomodidad, para luego sonreír con sarcasmo.
— lo siento, ¿Por qué?

— Porque este no es el tipo de lugar al que los amigos vienen a compartir una cena- señaló como si fuera obvio.
El otro asintió, sintiéndose, como era usual, algo tonto. Siguió el jugueteo con sus manos sobre la mesa, cuando sintió las grandes y frías manos de su amigo sobre las suyas. Levantó la mirada, para encontrarse con los fríos ojos de su amigo enviandole una advertencia muda, por lo que se dispuso a actuar su papel.
— Una encantadora elección, Sheldon— acotó con gracia por el nombre que se le ocurrió para su amigo. El otro pestañeó en confusión por unos secundos, para luego sonreír de lado y decir:
— Me alegro de que te gustara, Jhon Smith— acentuó el nombre, antes de mirar de reojo a la pareja del rincón; el asesino acariciaba el hombro de la chica. El lenguaje corporal de ambos indicaba que se irían en unos minutos—. Aunque me temo que nuestra relación no durará mucho más.
John captó la indirecta, ya que estaba de espaldas a la pareja. Asintió.
— Me lo temía. Pero siempre podemos ser amigos, ¿No?— bromeó con el detective, este le correspondió con una sonrisa despectiva.
— ¿Se puede, sólo ser amigos, cuando sabemos que hay atracción y más que amor fraternal de por medio?— preguntó mirándolo intensamente a los ojos. El asesino se pone de pie junto a la que pronto será su víctima, Sherlock lo imita.
— Voy al baño, mientras, puedes ir pidiendo la cuenta— comienza a caminar justo a un lado del asesino, chocando. El victimario se tambalea ligeramente, pero se sujeta de la mesa en la que John está sentado.
— Ten más cuidado, imbécil — le espeta el atractivo hombre. La mujer a su lado, se pone en acción al sacar una pistola del escote de su vestido.
— tú deberías tener más cuidado al elegir los lugares— le espeta Donovan mientras John lo inmoviliza y le pone unas esposas. Sherlock tiene su billetera en las manos, indica su nombre, edad y supuesto lugar de nacimiento.
— Es falso, por supuesto— se lo entrega a Lestrade, en el fondo, Donovan se lleva al asesino.
El detective se vuelve a sentar, está pensando. Si tenía su billetera consigo, ¿Por qué su celular estaba en el otro bolsillo? ¿Era zurdo? Además, el vestido de Donovan era rojo. Eso rompe el patrón...
—  Lo hicieron muy bien, ustedes dos— afirma Gerg con sarcasmo. Le levanta las cejas a John, que es quien parece estar escuchando.
— No somos una pareja.
— sí, sigue repitiendote eso, quizás algún día te lo creas— le dice Sally al pasar por su lado, deshaciendo el moño que lleva puesto.
— ¡No soy gay!— grita, sacando a Sherlock de sus pensamientos.
— Eso es verdad, es obvio que es bisexual. Ahora, si me dejan resolver el caso por uste— se da cuenta fe que todos lo miran, no entiende que hizo. Piensa en lo que ha dicho y asiente resignado—. Lo siento, a veces deduzco más de lo que debería.
El doctor a su lado lo mira alterado, y sólo logra decir tres palabras, después de desplomarse en la silla más cercana.
— estoy de acuerdo.

Johnlock One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora