Prólogo

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- ¡Ya les dije que no! -grite por quinta vez a mis amigas.

- ¡Oh vamos, Lauren! Sólo tienes que quitar tu cara de tengo una flatulencia atorada en el culo y salir con el chico, es todo un bombón - mencionó Tracy formando un circulo con su mano izquierda mientras que con la derecha metía su dedo indice por el hueco además de añadir el hecho de que todas me veían como si tuvieran el emoji de la lunita negra pegados a sus rostros.

Reí de su gesto inmaduramente pervertido.

- ¿Es que acaso no ven que cada que un muchacho se acerca a un perímetro de 20 metros me pongo más nerviosa que mi mamá con las ofertas de Navidad? Además les recuerdo que están ante una chica fiel a su amor ficticio.

- Damon puede besarme el culo.

Le aventé un pedazo de papel que encontré por el piso de mi habitación a Leila mientras le mencionada que primero se moriría antes de besar el hermoso trasero de Damon Salvatore.

- No podemos forzarte a salir con ningún chico pero sabes que en algún momento vas a tener que superar tu nerviosa actitud hacia los hombres - Rose, quien se encontraba acostada en un sillón, me volteo a ver con cara de estoy hablando en serio y no tuve más remedio que suspirar.

- En algún momento supongo que lo haré pero por el momento ustedes le dirán a Jason que definitivamente no voy a tener una cita con él y pasemos a temas de real importancia como el trabajo de Francés que tenemos que entregar mañana.

April y Jessica sueltan un quejido ante la mención de la tarea y todas comenzamos a sacar nuestras cosas para hacer el dichoso trabajo.
Esperaba que el tema de un muchacho no volviera a centrarse en mi, pero claro, nunca sucede lo que yo quiero.

Deseos InesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora