Él es todo mi mundo, lo que cualquier persona podría soñar. Es fuerte, corajudo, listo, irritante, pero sobretodo hermoso.
Cada noche mientras me dejo llevar por los brazos de Morfeo, nos veo juntos dirigiéndonos a ningún lugar, mientras me obliga a gritar su nombre solo para satisfacer su ego.
Estando solos, veo como se aproxima a mi dirección. No tengo miedo, puesto que siempre lo he anhelado. Desde aquella vez en que confesé en un estadio repleto de gente mis absurdos pensamientos.
¿y le gusto?
Por supuesto que no, la realidad es que me odia y lo dice todo el tiempo.
Así que no importa que haga para llamar su atención, nunca consigo impresionarle.
Pero en mis patéticos sueños. Me toma vorazmente como si fuese su última reliquia, lo único que necesita.
Y yo, tan vulnerable por sus horribles, pero a la vez perfectos cabellos pelirrojos y sus ojos verdes. No puedo emitir sonido alguno.
Seguramente porque le deseo tanto como nunca a nadie, tal vez por cada cosa que me ha hecho sentir desde que llegamos a la pubertad. Pero finalmente y no menos importante por la simple razón de que nunca voy a ser parte de su vida.
Cada día mis ojos presencian la situación minuciosamente. Él ama a alguien más. Su novia es todo lo que no soy. Bonita, delgada, carismática y no dejándolo aparte, es una chica.
- Yo jamás me besaría con un chico eso es asqueroso.
Nos comenta a todos. Kenny Mc Cormick se pone gracioso para "relajar" el ambiente ya que yo soy muy expresivo y todos se dieron cuenta que su confesión me incomodó.
- No seas tan duro Kyle ¿no ves que Carty le va al otro bando?
Posteriormente Stan Marsh le sigue el juego.
- Si dude, a la próxima trata de no ser tan explícito.
Por un instante, se atreve a mirarme de una manera extraña. Como si quisiese una respuesta de mi parte. Pero hoy no voy a decir nada porque duele y no puedo contárselo a nadie.
Una noche recorro la plaza del pueblo. Mientras una extraña melodía inunda mi mente. Aquellos sonidos y vibraciones me dan a conocer que jamás me besara como en mis húmedos sueños, nunca me invocara como a ella.
Sin embargo, en lo más profundo de mi alma. Sé que soy especial para él y tal vez de alguna manera, mientras lo siga molestando y obtenga un poco de su atención.
Sentiré por un instante como si me quisiera de verdad.
Unos minutos más tarde, me encuentro mirando las ventanas de un restaurante al que todos los enamorados suelen acudir.
Tras observar a los presentes, soy testigo de una escena que sin duda le rompería el corazón a cualquiera. Ambos están sentados frente a frente en una mesa color mármol tomados de la mano.
Mi querido amor platónico procede a susúrrale a su compañera algo al oído y esto en menos de lo que canta un gallo, la hace sonreír.
Yo amo todo lo que haces.
Aunque siempre digas que soy una mierda, no me interesa la opinión de los demás,
te aseguro que siempre voy a regresar a ti.
Pero ahora comprendo que jamás seré tuyo.
¿Porqué he sido tan inocente todos estos años?
¿Quién sería capaz de amar o
tener tan siquiera una pizca de cariño por alguien como yo?
Tengo perfectamente claro que solo soy un maldito bastardo que está condenado a la miseria. A vivir y seguramente morir sin nadie a mi lado.
Pero la vida es tan irónica que aun así, henos aquí. Deseando a personas que ni de broma se atreverían a querernos.
- Te amo Kyle.
Susurro esto para mí mismo. A continuación, unas ligeras lagrimas salen disparadas como balas. De pronto, para mi sorpresa y sin tenerlo previsto.
Aparta su vista de aquella chica; posándose fijamente en mí.
Los segundos parecen minutos, nuestras miradas ahora están en sincronía. Sin embargo, puedo ver la rudeza en sus ojos.
Aún no comprendo del porque me contempla sorprendido. Después, soy sacado de mis pensamientos, ya que no tengo otra alternativa, más que presenciar como agacha su rostro un poco.
Luego, me doy el lujo de observar como aprieta sus puños despacio, pues tampoco quiere ser muy obvio.
Su respuesta final es más que razonable.
No estamos en un cuento de hadas ni mucho menos en una historia de romance mutua, así que solo vuelve a mirarme dejando el asunto claro.
Sus facciones se limitan a expresar todo el repudio que guarda. Por consiguiente, regresa a su actividad anterior.
Dando a entender que siempre estaremos en esa fachada de enemistad y como es obvio, nada ni nadie podrá cambiarlo.
Sonriente, posa sus labios con quien tanto quería en esos momentos. Yo por mi parte, con mi mano izquierda limpio algunas lágrimas que siguen tercas en caer y como todos en esta vida no debo hacer más que marcharme.
Captando al fin que yo, Eric Theodore Cartman y él, Kyle Broflovski. Jamas pasearemos juntos en mis ruedas entrenadoras.
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* Hey chicos y chicas.Decidí participar en un concurso de Fanfics, One shots llamado #Premiospizzadorada.
