Inexplicable Things (Harry Styles Fanfic)

Capítulo 10: ¿Me estabas siguiendo?

*Bzzzzz... Bzzzzz...*

La vibración de mi móvil me despertó del profundo sueño. Las 5:30. Me vestí corriendo después de desperezarme y recoger todas mis cosas. No quería despertar a Harry así que le dí un beso en la cabeza. Ojalá contacte conmigo otra vez. Escribí mi número de móvil en un trozo de papel de la nevera esperando que lo leyese. Salí silenciosamente de la habitación y recorrí todo el trayecto hasta la parada de autobús. Cogí el primer autobús dirección mi casa. El trayecto se me hizo corto. Las luces de mi casa estaban apagadas cuando llegué. Escalé por el árbol hasta la ventana de mi habitación y entré por la ventana. Por suerte estaba abierta y nadie me escuchó. Cogí mi mochila con todo listo para mi última semana de instituto. Cerré la ventana y bajé por el árbol. Cuando mis pies tocaron el suelo miré el reloj de mi móvil. Las 6:40. Tengo tiempo para parar a desayunar por el camino. Me dirigí hacia el instituto pero antes paré en una cafetería cerca. Tomé mis tostadas y mi café rápido y puse rumbo hacia las puertas del infierno. Entré y me dirigí a clase. Allí estaban Alisson y unos amigos más.

-¡Charlie! 

-Ey.

-Necesito explicaciones de lo del viernes, chica. No te he visto en dos días. Tu madre me dijo que estabas mala con fiebre.

Gracias mamá, por una vez has hecho algo bien. Me ahorro las excusas inventadas.

-Sí, bueno ya estoy mejor.

-Me alegro.

-Basta de charla jóvenes. Vamos a empezar la clase.

La bruja de física interrumpió nuestra conversación. Empezaron las clases. Las asquerosas y aburridas clases. Calma Charlotte, solo una semana más. Y después de ese pensamiento sonó el reloj.

-Hasta mañana chicos.-dijo el profesor de matemáticas.

SÍ. POR FIN. Salí corriendo de allí sin despedir a nadie. Corrí hacia la parada y volví a coger el autobús. Decidí no bajarme en la de mi casa. Bajé en la siguiente. Aire limpio inundaba mis pulmones. El parque. Sí, el precioso parque con el árbol milenario y el lago lleno de patos. Malos y buenos recuerdos se escondían en ese parque. Más buenos que malos. Me senté en la sombra del árbol y saqué mi libreta de dibujo de la mochila. El familiar olor de las hojas de papel. Cuánto te echaba de menos. Intenté dibujar el paisaje frente a mis ojos. La puesta de sol reflejada en el lago. Estuve como una hora en completo silencio ya que casi nadie iba a ese parque hasta que alguien interrumpió la paz.

-Aparte de escaparte, sabes dibujar muy bien.

-¿Harry? ¿Me estabas siguiendo?

-No, solo vengo aquí para despejarme un poco. Pensaba llamarte luego.

-Ya da igual.

Se sentó en frente mía como si estuviese posando.

-¿Pero qué haces?

-Quiero que me dibujes. Ese paisaje quedará mejor con mi retrato encima.

-Idiota. No te prometo que me salga bien.

Se rió y permaneció inmóvil durante media hora. 

-¿Has acabado ya? Me duele el culo.

-Sí.

Me arrebató el dibujo de las manos y yo se lo intenté quitar pero los dos caímos rodando por el pequeño terraplén. Yo quedé encima de él y le arrebaté mi libreta. Nos miramos fijamente durante unos segundos pero antes de que pudiese decir una sola palabra, posó sus labios en los míos y yo le seguí el rollo.