Capitulo 7 "Sin Poder Resistir a la Tentacion"

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Capítulo 7

San Francisco era una ciudad cosmopolita, con grandes avenidas llenas de árboles, tranvías eléctricos y un clima muy variable.

Hacía dos años que Victoria había estado allí y parecía que las cosas no habían cambiado mucho desde entonces.

El hotel era un edificio moderno situado en un alto desde donde se divisaba el corazón de la cuidad.

Victoria y Esteban tomaron el ascensor de cristal para subir a su habitación.

La habitación tenía unas vistas estupendas pero, aparte del vestíbulo con dos sillones, una mesita baja y un escritorio con teléfono y fax, solo había un dormitorio. Y en el centro de ese dormitorio, una enorme cama de matrimonio.

—Si piensas que voy a compartirla contigo estás muy equivocado —declaró Victoria mientras Esteban dejaba el equipaje de mano.

—Compartimos una casa —le recordó él.

—Pero no una habitación —contestó ella—. Y menos una cama.

—¿Tienes miedo de mí o de ti?

Victoria abrió la boca para decir algo, pero inmediatamente la cerró.

—Ni siquiera me voy a molestar en contestarte.

Él sacó las dos camisas que llevaba y las colgó en el armario, después, se llevó la bolsa de aseo al baño.

Victoria observó sus movimientos a través del espejo mientras sacudía el vestido de seda que iba a llevar durante la cena.

De ninguna manera iba a compartir la cama con él. Uno de los sillones serviría.

La irritación comenzó a alcanzar tintes más profundos cuando la realidad de que iba a compartir la habitación con él comenzó a manifestarse.

«¡Contrólate!», se dijo a sí misma. Estaban allí por negocios. Comerían, irían a una reunión, volverían al hotel para cambiarse y, después, cenarían con el primo de Esteban y su mujer.

Comieron en el restaurante exclusivo del hotel, la comida resultó excelente y Victoria empezó a relajarse un poco.

No se quedaron mucho tiempo porque tenían trabajo que hacer. Se dirigieron hacia Alamo Square, un barrio selecto, una mezcla sorprendente de estilos pero todos muy elegantes. Había casas que llevaban allí muchos años y otras nuevas. La calle principal estaba llena de boutiques de moda y cafés.

No le llevó mucho tiempo decidir que las dos propiedades que tenían allí podían ser transformadas en locales para alquilar.

—Conservar y transformar —dijo Victoria en voz alta. Le gustaba la idea y sabía que funcionaría, apenas podía esperar para ponerse manos a la obra—. ¿Qué opinas? —preguntó girándose hacia Esteban.

Los terrenos eran ideales para la sucursal de la empres en San Francisco

—¿Los abogados a los que tenemos que ver a las cuatro tienen el bufete cerca de aquí?

Le llevó una hora de llamadas e intensas negociaciones, pero Victoria salió triunfante del despacho.

—Lo hicimos —dijo con satisfacción, con los ojos brillantes y una sonrisa en el rostro.

—Tú lo hiciste —corrigió Esteban—, Yo lo único que hice fue observar tus movimientos.

Eso era cierto, pero su presencia lo había hecho todo más fácil; un apoyo que sinceramente agradecía. Ella había aprendido mucho con Kevin, pero no todos los hombres consideraban a una mujer como una igual en el mundo de los negocios. Estaba segura de que habría tenido que pelear más si hubiera ido sola, eso la enfurecía sobremanera, ella era una abogada sobre calificada, pero en los negocios siempre las hacían menos por el hecho de ser mujeres. Maldito machismo pensó Victoria.

Duelo de Poder. (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora