Punto de vista: Juanfri
-Con que sable ehhhh...- contestó Mario
Yo me descojoné
-A ver chicos no se que habéis entendido pero yo me refería a la espada- dijo Álex, un poco cabreado
-Jaja gracias pero no, tenemos prisa- le contestó Fran indicándonos que entrasemos en la torre del homenaje lo más rápido posible, nadie está seguro con un perturbado como aquel en la calle.
-Eh chicos! Recordadle a la Sargento Sheila lo que tenemos esta noche- se despidió Álex
Fran se rallóDe nuevo en el patio de armas y con Mario atareado en sus cosas de palacio le dijimos a la Sargento el recado del Arrasdelsuelo
-Dice que va a hacer cosas sucias contigo o algo asi esta noche- le contamos lo que habíamos entendido
-Pero que me estáis contando chicoz?- Ella tenía la extraña manía de no saber pronunciar esa palabra, en fin...- Esta noche nos toca patrulla por la ciudadela, es una de vuestras nuevas tareas en el entrenamiento para escudero. Nos coordinaremos con la Guardia del conde y peinaremos la zona de madrugada, así que descansad lo que queda de día.
Dicho y hecho, cada uno fuimos a nuestras respectivas habitaciones a pasar el resto de día como nos fuese en gana, intenté quedar con Fran para echar un partiillo en las pistas reales a... No se como se llama ahora, hubo una votación real para cambiar el nombre al enebea pero aún no han puesto un nombre mejor.
No accedió a jugar así que fui a mi cuarto a intentar dormir o ha hacerme una paj... [Se lo dejo mejor a Gonzi]No podía dormir así que decidí leer historia de Danidu y así ponerme un poco al día de lo que ocurría en el Reino. Me dirigí a la biblioteca y por el camino me encontré a un viejo amigo, Rodri el Emo, señor de Transilvania y también conocido como el Sarcófagos, Murasakibara o La Momia.
Muchos decían que era un verdadero vampiro y que vivía en un ataúd, que en vez de chupar la sangre por el cuello le rajaba la muñeca a su víctima y sorbía por ahí o que directamente estaba todo el día intentando suicidarse a cuchilladas pero no podía.
Era bastante alto, pelo negro y largo y paliducho, su cara nunca tenía expresión y llevaba casi siempre el pelo tapándole los ojos (últimamente llevaba coleta) y odiaba, ODIABA el sol y los support que se meten en la jungla a hacer el tonto.-Hola Rodri, como ésta mi emo favorito?
-Hola, Bien, Intentando morir como siempre, y tu?- dijo con una voz cansada
-Pues nada ahí voy a la cocina a beberme 50 litros de Lejía, Nah.. en realidad voy a la biblioteca a leer.
-Bueno vale, ahí te dejo Juanfran, a ver si me muero o me hecho un LOL[Vaya conversación de mierda]
(Lectura e Historia de Danidu en el capítulo 40)-Vale chicoz, aquí teneis vuestro itinerario- dijo Sheila mientras nos daba un mapa, una linterna de aceite y una pequeña espada, muy ligera y perfecta para combates cortos.
-SI SEÑORA, LO QUE USTED ORDENE
-Pues vamos, los guardias nos esperanNos dividiamos en grupos, me tocó con un par de Soldados rasos la cual su única preocupación era beber, pasárselo bien y no morir de peste negra. Nos tocó uno de los peores barrios de la ciudad y peor aún, de los más grandes por lo que nos separamos para cubrir más terreno, hay que decir que estaba imponente con mi armadura y la alabarda real pero ir por esas calles daba puto miedo, el barrio de Strogenplaf era conocido por ser un hervidero de mercado negro, prostitución y un montón de asesinatos producidos en medio de la calle. Todo lo llevaba un hombre, un pez gordo con la cabeza gorda, si, lo habéis adivinado, era Álex Barranco. El era propietario del burdel de madres en el cual te podías tirar a la madre de cualquiera e ir insultando echándolo en cara [En fin, ya sabéis por qué es el jefe de este burdel] Además, llevaba todo el tema de drogas y sicarios aunque eso no se lo creía ni Dios y todo el mundo decía que era un fantasma, aunque para nada, PARA NADA, entiendo muy bien por qué.
Se veían hombres suyos en casi cualquier esquina que seguramente estuvieran trapicheando, pero lo que de verdad me llamó la atención fue un grito de socorro que escuche dos calles más adelante de la puerta del burdel. Era un callejón oscuro y lleno de basura, olia un pestazo a aliento de hurón que flipas, y si, allí estaba la mujer que pedía socorro. Bueno, mujer no, una pequeña niña de unos 12 años de edad estaba tirada en el suelo junto a un hombre que estaba abusando de ella, esto no podía quedar impune, en el Reino, la violación estaba castigada con la muerte así que lentamente me acerqué por detrás al individuo y hundí mi espada en su espalda.
El hombre profirió un alarido de dolor que quedó muerto.
-Gracias, muchas gracias soldado- me dijo la chica, que fue corriendo fuera del callejón.
Noté que algo estaba mal, algo no iba bien del todo, volvi a mirar al cadáver y sorprendentemente tenía el uniforme de los hombres del conde, me temía lo peor, giré su cuerpo inerte y encontré lo que estaba esperando.Había matado al coronel Arrasdelsuelo...
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