Capítulo 1

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Dos días antes...

- ¡Ari! Se te hace tarde, las clases comienzan en 20 minutos - Sí, esa es mi madre, llamándome dulcemente (que se note el evidente sarcasmo, por favor) desde el pie de las escaleras, porque claramente se me hizo un poco tarde y seguramente vaya a perder el autobús, como acostumbra pasar - ¡Arabella, baja ahora mismo, el autobús ya pasó! - ¿Ven? Se los dije.

- ¡No te preocupes, le diré a Derek que venga por mí! - Grité desde el baño. Tomé mi teléfono y marqué el número de mi amigo mientras peinaba mi cabello castaño.

- Ya voy en camino, querido grano en el culo - Dijo Derek al contestar, y por su tono de voz pude deducir que estaba rodando los ojos.

- Gracias, bebé - Contesté de regreso antes de terminar la llamada. Acomodé mi ropa y me hice un moño desordenado, disimulando el nudo que se me había hecho en el pelo al tratar de peinarlo. Me puse un poco de máscara de pestañas y salí del baño, tomé mi mochila y puse un libro dentro, nunca salgo sin uno, es ley de vida. Bajé las escaleras rápidamente y tomé una manzana como desayuno, saludé a mis padres y a mi hermano y salí, afuera me esperaba un Jeep Comander negro y un pelinegro con una sonrisa burlona dentro de él. 

- Borra esa sonrisa de tu cara, idiota, me dormí - Dije mientras rodaba mis ojos. Derek me pegó con su mano en la nuca, odiaba que hiciera ese gesto. 

- Deja de hacer eso, sabes que lo odio - Tomó mi manzana y le dio un mordisco.

- ¡Oye! Esa es mí manzana.

- Pues, ya no - Dijo y le dio otra mordida mientras sonreía con la vista en el frente. 

- No pude desayunar esta mañana, no seas cruel - Lo miré e hice un puchero. Suspiró con resignación y sacó una bolsa que tenía debajo de su asiento.

- Lo supuse, así que te traje donuts glaseadas - Estiró su mano y me puso la bolsa sobre mis piernas. 

- Gracias, eres el mejor - Lo rodeé con mis brazos y deposité un beso sobre su mejilla. Derek condujo el resto del camino al instituto con una sonrisa ladeada en su rostro, mientras que yo iba cantando todas las canciones que pasaban en la radio con la boca llena de mi dulce néctar. 

Aparcamos en el estacionamiento del instituto y caminamos hacia la entrada, donde se encontraban nuestros amigos con caras preocupadas. Estaban tan inmersos en su conversación que no notaron nuestra presencia.

- Hey ¿qué pasa? - Habló Derek haciendo que todos volteen a vernos. 

- ¿Recuerdan a ese chico Kyle? ¿el ayudante del laboratorio que fue becado? - Habló Lina y nosotros asentimos.

- Bueno, ayer en la tarde enloqueció y mordió a cinco de sus amigos, al parecer un virus desconocido atacó su organismo y no saben de qué forma se propaga, lo tienen en el hospital del centro en cuarentena - Mi cara de seguro era un poema, Derek rodeó mi cintura con sus brazos y besó mi cabeza. 

- Tranquila, de seguro no es nada, todo va a estar bien - No me lo creí del todo, pero asentí con la cabeza para no preocuparle. Todo esto me daba mala espina. Por otro lado, Lina, Clara, y Monic nos miraban con ternura, mientras que Michelle, mi fantástica mejor amiga, me hacía gestos obscenos con las manos y meneaba su trasero con una cara de perversión pura, aprovechando que Derek no le estaba prestando atención. Los chicos se fueron al gimnasio a entrenar para el campeonato de la semana entrante, y las chicas nos fuimos a nuestras respectivas clases. 

Estábamos en matemáticas, Michelle se encontraba tirando papelitos asquerosamente babeados al chico que le gustaba, Clara estaba haciendo los ejercicios que se encontraban en la pizarra como buena estudiante que es y yo estaba dibujando en mi libreta. En determinado momento de la clase se escuchó un estruendoso sonido proveniente del pasillo seguido de una especie de gruñido maniático, obviamente no tardamos mucho en asomarnos para ver qué estaba pasando por los pasillos de Columbine. 

Nos encontramos con una escena digna de una película ambientada en un manicomio, un chico se encontraba de espaldas a nosotros, tambaleándose de un extremo a otro del pasillo, como si estuviera totalmente alcoholizado, de vez en cuando soltaba uno que otro gruñido, por un momento pensé que realmente estaba alcoholizado o drogado y que realmente necesitaba ayuda, di dos pasos hasta que Michelle me tomó del brazo y me hizo tropezar con un bote de basura, el chico se percató de nuestra presencia y volteó, y entonces comprendí que no estaba ni borracho, ni drogado, estaba enfermo, gravemente enfermo. Tenía unas ojeras negras debajo de sus ojos, estaba pálido y sudaba a mares; se quedó un momento mirándonos, nadie se movía o respiraba, tenía los nervios a flor de piel, mi corazón palpitaba cada vez más rápido, él chico me miró a los ojos y noté que los tenía inyectados en sangre, y entonces enloqueció, comenzó a caminar torpemente hacia nosotros con la rabia impresa en su rostro. Para ese entonces el pasillo se había llenado de gente, logré ver a un par de metros a Derek que caminaba hacia mí al ver que el chico me miraba de esa manera extraña mientras avanzaba, formulé un silencioso "No" con los labios y él se quedó quieto detrás del chico. 

Centré mi atención en el lunático que caminaba cada vez más rápido en mi dirección, me quedé estática en mi lugar, el chico me tomó de la camisa e hizo un ademan con su cabeza como para morder mi hombro, intenté empujarlo pero no dio resultado, logré pegarle detrás de la rodilla haciendo que cayera al suelo, entonces, de la nada apareció un Derek furioso con un tubo de metal en las manos y golpeó al chico con una fuerza increíble haciendo que este quedara inconsciente al instante, aparecieron los de seguridad y se lo llevaron arrastrando. En ese momento me di cuenta de que el 98% de las personas que estaban en el pasillo antes de todo el drama había huido, solo quedábamos Lina, Clara, Michelle, Clark, Nathan, Derek y yo, obviamente. 

- ¿Estás bien? ¿no te hizo nada? ¿te lastimó o algo así? - Derek tomó mi rostro entre sus manos y lo examinó detalladamente comprobando que estuviera bien - Porque si lo hizo te juro que lo mato, agarro ese tubo y más le vale que corra por su...

- Estoy bien, no logró lastimarme, tranquilo - Le interrumpí parando su vómito verbal. Le sonreí y acaricié su mejilla, me abrazó y yo le correspondí apoyando mi cabeza en su pecho, siempre me sentí protegida a su lado, era un sentimiento extraño e inexplicable.  

...

- Y entonces ¡BAM! Derek apareció de la nada y le voló la cabeza a ese tipo... - Michelle le narraba la situación a Kendall y Nick, exagerando absolutamente todo, como de costumbre -... y luego lo pateó y su sangre nos salpicó a todos, fue increíble - Terminó su "asombrosa" narración dando un suspiro y mirando al cielo mientras se desparramaba en el asiento trasero del Jeep. 

- Yo no hice eso, solo lo golpeé y lo dejé inconsciente, no hubo sangre de por medio. Ni patadas - Explicó Derek mirando a los chicos por el espejo retrovisor. 

- Este idiota siempre me quita la diversión... ¡Nick, deja de lamerme! - Gritó Michi y todos reímos. 

Cuando llegamos a mi casa nos percatamos de que las calles eran un caos, todos nos miramos confundidos y avanzamos hasta la entrada de mi casa observando todo, los autos aboyados y abandonados, las casas hechas un desastre, papeles y ropa esparcidos por las veredas, y otra infinidad de cosas más. El interior de la casa estaba igual o peor que el exterior, comencé a preocuparme y busqué desesperadamente a mi familia, pero no había rastro ni de mis padres ni de mi hermano Luke. Las fotos no estaban, las armas de mi padre tampoco, faltaba ropa en los armarios y mucha comida. 
Miré a los chicos con preocupación mientras sostenía la mano de Derek con fuerza para no temblar.

Recorrimos las casas de los chicos y todas estaban en la misma situación, no había nada, absolutamente nada, todo parecía sacado de una película de terror.

- ¿Y qué vamos a hacer ahora? - Pregunté con un nudo en la garganta. Nadie respondió.

No Hay Zombies A La Vista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora