Mermaid [Tom Holland] (editando)

Capítulo #4

—¡_____! —abrió su boca asombrada. —¡Pudiste congelar él agua!

—¿Lo hice? Digo, ¿lo hice? —pregunté sorprendida, ni yo creía que la había congelado.

—¡Lo hiciste! Miralo tu misma —dijo emocionada.

—Wow —después ella lo descongeló y lo volvió al vaso.

—¿Crees que sean todos? —pregunté parándome de la cama.

—No lo se —respondió encogiéndose de hombros.

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—¡_______! —gritó mi mamá desde la sala.

—¿Que pasa mamá? —respondí gritando de igual manera.

—¿Podrías llevar a Toby a pasear? —respondió con otra pregunta.

—Claro mamá —respondí bajando las escaleras.

—Gracias _____ es que se me hizo tarde y no pude pasearlo —dijo apresurada tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta.

—Descuida mamá no hay problema —respondí tranquila con una sonrisa.

—Bien hija, nos vemos —dijo abriendo la puerta y despidiéndose.

—Adiós mamá —moví mi mano de un lado a otro. —Bien Toby —le hablé a mi perrito agachándome a su altura, se acerco a mi y ladró. —Tendré que darte el paseo

Toby se puso muy contento y comenzó a ladrar, tomé la correa se la puse y salimos a caminar. Íbamos  paseando tranquilamente, disfrutando del dia soleado, iba metida en mis pensamientos hasta que escuhe mi nombre

—¿______? —escuche aquella voz en mis espaldas.

—¿Tom? —voltee al mirarlo, efectivamente era el. —¿Qué haces Aquí?

—Bueno, pues quise venir a caminar un rato ¿y tu? —respondió con una sonrisa de lado.

—Pues saque a pasear a Toby —dije señalando a mi perrito.

—Es muy lindo —dijo agachándose a su altura para poder acariciarlo, Toby gustoso comenzó a lamerlo.

—Lo es —respondí riendo levemente, después pude escuchar su voz como un leve susurro. —¿Así que piensas que se parece a otro perro que tienes? —pregunte tomando a Toby.

—¿Cómo supiste eso? —preguntó asombrado y al mismo tiempo confundido. —¿Acaso me espías? —dijo alzando una ceja para después reír.

—No —reí negando. —Pero tu lo acabas de decir

—Yo no dije nada —dijo negando levemente.

Eso había sido totalmente extraño, trate de no pensar mucho en aquello y continuar con la platica.

—Bien, me tengo que ir —dijo Tom apenado. —Me dio gusto encontrarte por acá

—Igualmente Tom, nos vemos —respondí con una sonrisa.

Después de ver con Tom se alejaba, le hable a Toby para continuar con nuestra caminata, durante esta seguía pensando en lo extraño que me había parecido aquello, si yo había escuchado claramente lo que el había dicho, era imposible que dijera que no había dicho eso, lo peor es que era no estaba equivocada.

Al llegar a casa solté a Toby el cual rápidamente fue a tomar agua, subí las escaleras para ir a mi habitación y llamar a Daphne, la cual en minutos estuvo en mi casa. Baje a abrir la puerta y ahí estaba ella sonriente

—Daphne —dije nerviosa tomándola de la mano y metiéndola a la casa.

—¿Qué sucede? —pregunto confundida.

—Necesito decirte algo —respondí nerviosa. —Me pasó algo muy extraño —dije subiendo las escaleras mientras mi amiga me seguía.

—¿Que? —preguntó curiosa.

—Es que hoy saqué a pasear a Toby al parque y me topé a Tom —respondí abriendo la puerta de mi habitación, Daphne corrió y se aventó a la cama.

—¿Y donde esta lo extraño? —pregunto tomando un cojín.

—Pues sonará raro pero pude saber lo que Tom estaba pensando —susurre.

—¿Que? —preguntó incorporándose en la cama sorprendida.

—¡Como lo escuchas! —respondí segura.

—A ver, trata conmigo —dijo mirándome fijamente a los ojos.

Me concentré y traté de saber lo que pensaba pero no funcionaba, solté un suspiro

—Tal vez no funciona en burros —bromee haciendo una mueca, Daphne comenzó a reír y mi dio un leve golpe en mi hombro.

—Hija, ¡ya llegue! traje comida —gritó mi mamá.

—Ya vamos —grité. —Bien Daphne, vamos a comer

Bajamos y llegamos a la sala, vi la mochila de mi hermano en un sillón, por lo que supuse que había pasado por el. Ayude a servir la comida y mientras lo hacíamos, de nuevo paso, escuche ese susurro con la voz de mi madre.

—¿Por que estas indecisa en ir a la reunion mama? —le pregunte tranquilamente.

—¿Cómo sabes eso ____? —pregunto confundida, diablos, lo mismo que me paso con Tom.

—Pues como te vi pensativa, pensé que eso es lo que pensabas —respondí nerviosa, yo voltee a mirar a Daphne y me miró asombrada.

—Pues de hecho eso estaba pensando —levantó una ceja. —¿Acaso lees mi mente? —dijo bromeando entre risas, yo me sentí muy nerviosa.

—Mamá, que cosas dices —reí nerviosa.

—Bien, creo que si iré y recuerda que ahorita voy a llevar a tu hermano a casa de su amiga —hablo dando un bocado. —Y quiero que vallas tu por él a su casa por favor

—Si mamá no te preocupes —asentí llevando mi plato al fregador.

—Y quiero que laves esos trastes —ordenó de forma tranquila.

—Em.... Claro... Lo haré —respondí nerviosa, como carajos lavaría los trastes si no puedo mojarme.

—Bien adiós, adiós Daphne —dijo parándose y tomando su bolso, mi hermano también se despidió con su mano.

—¿Tu leíste la mente de tu madre cuando estábamos comiendo? —preguntó mirándome asombrada.

—Creo que si —asentí levemente.

—Pero conmigo no funcionó —respondió pensativa.

—Por que no funciona en..

—Sirenas! —interrumpió mi amiga. —No puedes leer mi mente por que no funciona en sirenas

—Es cierto —respondí asintiendo. —Tendría sentido

—Oye ¿Y como le vas a hacer para lavar los trastes?

—No lose —respondí haciendo un puchero.

A prueba y error, primero intentamos con guantes pero terminamos mojándonos y convirtiéndonos en sirenas, luego nos secamos y a final de cuentas terminamos lavando los trastes con nuestros poderes.