EXTRA

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Al principio, había pensado que era innecesario y estresante. ¿Qué servía como entrenamiento para asegurar su buen desempeño en el negocio de la familia? Para nada, "Son solo reuniones inútiles a las que mi padre me obliga a asistir junto a Itachi" ¿Cuántas veces había dicho aquello a algún accionista que notaba su descontento en medio de una aburrida reunión de trabajo? No tenía idea, pero suponía que las necesarias como para dejar en claro que él no quería involucrarse con nada de la compañía.

— Debes entender que es por el bien de la compañía, Sasuke — Decía Itachi siempre, intentando hacerle razonar— Nuestro padre solo quiere que observes y aprendas el funcionamiento del negocio.

Solo arqueó una ceja aquella vez en especial, sin ningún interés.

— Inventar, planear y construir — Dijo entonces, harto del sermón de su hermano — Es todo. Hacemos maquinas, no hay complejidad en eso.

— ¿"Máquinas"? —Repitió Itachi. Pudo notar como este endurecía la mirada mientras se detenía frente al elevador que lo llevaría al piso en donde se realizaría la siguiente reunión a la que él no lo acompañaría — Es algo mucho más que eso. Mucho más — Enfatizó su hermano al tiempo que entraba al elevador. Recordaba claro la mirada simpática que le dedicó antes de desaparecer detrás de las puertas al tiempo que decía — Somos creadores de sueños.

Creadores de sueños.

Se desveló tantas veces intentando dar con el significado de esas palabras que de alguna forma terminaron rondando en su cabeza para que al final encontrara la respuesta sin querer al despertar en la mañana al lado de la persona a la que buscó por tanto tiempo, y que al final, sin siquiera saberlo, este también había terminado buscándolo.

— ¿En qué piensas tanto?— Pregunta el chico de cabello rubio desordenado detrás de su oreja. Sentía los brazos de este que le abrazaban con posesión la cintura apretarlo un poco más para atraerlo hacia su cuerpo que se pegaba en su espalda.

— ¿Cómo sabes que estoy despierto? — No pudo evitar preguntar porque en ningún momento de los que llevaba despierto se había volteado a ver a Naruto. ¿Para qué? No hay necesidad de verificar que su acompañante seguía allí con esos brazos rodeándolo como si temiese perderlo.

Naruto exhaló en su cuello haciéndolo estremecer.

— Porque soy un cliente especial — Respondió entonces el otro con un tono tan serio que ahora sí no dudó en voltearse para hacerle frente. Sus rostros estaban tan cerca que le hizo fruncir el ceño.

— Disculpa, ¿Qué has dicho? — Cuestionó ofendido.

Mierda. Naruto de cerca era mucho más atractivo. A pesar de haberse acostado con este por segunda vez en el local y luego repetirlo por tercera toda la noche no lograba acostumbrarse del todo a la cercanía entre ambos.

"Era más fácil cuando no podíamos tocarnos" Pensó sin querer cuando las manos de Naruto que quedaron ahora apoyadas en su espalda se movieron de arriba abajo en su espalda desnuda como queriendo reconfortarlo.

Naruto que parecía no saber cuál era el motivo de su molestia se le quedó viendo un largo rato hasta que se atrevió a abrir la boca para repetir inseguro - ¿Por qué soy un cliente especial?

No dudó en soltarle un fuerte pellizco en el costado haciéndole gritar de dolor. Pero aun así no lo soltó el agarre de sus caderas.

— ¡Bastardo! — Gritó entonces el rubio haciendo un mohín viéndolo resentido con un ojo entrecerrado a causa del dolor — ¡¿Por qué hiciste eso, 'ttebayo?!

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