Opuestos (AmourLove)

Capítulo 6

Tras una gran presentación por parte de Serena, la cual logró conseguir su última llave de la princesa, nos encontramos en el centro Pokemon con unos chicos totalmente energéticos por explorar nuevas aventuras.

-Y bueno chicos, ¿ahora a dónde iremos?- preguntó el hermano mayor de Bonnie.

-Ciudad Fractal.- contestó Serena mientras sacaba su
"tablet" (la máquina rosa)

-¿Y por qué ahí?- esta vez preguntó Ash

-Por que ahí será mi próxima presentación de clase maestra.- respondió la pelimiel en un tono algo presumido.

-¿Y sólo por qué tú lo dices?- Ash estaba a punto de empezar una discusión.

-¡Sí! ¿Y qué? Además, ¡¿de qué te quejas?! Ahí será tú próxima batalla, ¿no?- Serena se tranquilizó un poco, no tenía ganas de otra cosa más que partir de la ciudad.

-Bueno... sí, pero no se me hacía justo que solo fueramos ahí por ti jeje.- el azabache empezó a alistar sus cosas al igual que los demás

-Chicos, debemos darnos prisa para poder llegar lo más rápido posible.- comentó Clemont apresurando a sus amigos.

Todos asintieron. Minutos después de arreglar todo, los chicos decidieron salir a desayunar algo a la ciudad pues la comida del centro Pokemon ya era bastante repetitiva. Tras desayunar, partieron hacia su próximo destino: Ciudad Fractal.

-¡Siempre quize conocer Ciudad Fractal! ¡Dicen que sus helados son los mejores!- comentó emocionada la pequeña Bonnie.

-Tal vez se deba a que siempre está nevando.- Clemont se acomodó sus lentes como si fuera un gran genio.

-¡Ay, no puedo esperar más! ¡Necesitamos apresurar el paso!- Ash estaba dando unos pequeños saltos de la emoción.

-Tranquilo, llegaremos a tiempo. No hay prisa.- comentó un poco irritada por la actitud infantil de Ash, la pelimiel

-¡Pero ya quiero llegar!- gritaba como un niñito el azabache.

Sin darse cuenta, el cielo poco a poco empezó a tomar un aspecto negro. El sol empezó a esconderse, cosa que el grupo notó.

-Chicos, creo que deberíamos armar nuestras carpas aquí. Al parecer va a llover.- Clemont pusó su mochila en el suelo mientras los demás hacían lo mismo.

-Está bien.- todos asintieron y rápidamente se dispusieron a armar las carpas.

Tras un poco de trabajo duro, finalmente lo lograron.

-Clemont, ¿me puedo quedar con ústedes?- preguntó un poco tímida la pequeña niña

-Ehmm... bueno, por mí no hay problema. ¿Tú que dices Ash?- Clemont dirigió su mirada hacia el azabache.

El entrenador volteó su mirada a Serena.

-Por mi está bien. Pero, Serena estará sola.

-¡Awwww! ¡Se preocupa por mi!- comentó esta, en un tono sarcástico.

-Bueno, ¡pense que tendrías miedo como una niñita!- Ash empezó a imitar a un bebe llorando.

-Estare bien sola.- respondió más tranquila

-¿Segura? ¿No necesitas a alguien que te proteja?- bromeó Ash.

-Estoy bien. Además ya sabes lo que dicen, más vale solo que mal acompañado.- Serena le devolvió la broma a su amigo.

-Ja, que graciosa.- respondió el azabache sarcásticamente