Capítulo 11

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Tras una discusión, Ash estaba ayudando a Serena debido a que se lastimó su tobillo en una caída accidental.

-Ya casi llegamos.- avisó el entrenador.

Serena no contestó. Se sentía apenada, tras todo lo que le gritó a Ash, ahora ella era ayudada por él. Sabía que había actúado mal.

Serena siguió apoyandose en Ash. Siguieron en su camino con un incomodo silencio, nadie tenía nada que decir. Ambos se sentían avergonsados por su anterior conversación, de una discusión con gritos a un momento... ¿se podría decir romántico?

-¡Mira! ¡Ahí está el centro Pokemon!- señaló el azabache con su dedo índice, una especie de cabaña que denotaba rusticidad.

Los dos compañeros apresuraron el paso hasta llegar al lugar.

El azabache, amablemente, acomodó a Serena en el sofá para que él pudiera buscar a sus amigos y a la enfermera Joy.

-¡CLEMONT! ¡BONNIE!- gritó Ash.

De un cuarto, salieron un par de rubios que se dirijeron con Ash y Serena.

-¿Dónde estaban?- preguntaron los hermanos al unísono.

-Luego les explico. ¿Dónde está la enfermera Joy?- respondió el azabache.- Serena se lastimó.

Clemont le señaló en donde se ubicaba la enfermera. Ash se dirigió hacia ella y pidió de su valiosa ayuda.

-Enfermera, la chica de allá está lastimada.- señaló Ash a la pelimiel.

-Traela para aca.

El azabache fue a donde estaba acostada la chica y con ayuda de Clemont y Bonnie, la llevaron hacia la enfermera Joy.

La enfermera examinó a Serena. Revisó ambas piernas de esta y después le hecho algunos líquidos.

-Necesito que alguien me ayude, por favor.- dijo la enfermera.

-Yo la ayudo.- se ofreció el entrenador.

Serena estaba extrañada. Después de lo mal que había tratado a su amigo, este se ofrecía para ayudarla y cuidarla.

Ash y la enfermera, estuvieron tratando a la pelimiel.

-¡Listo! Ahora, solo necesitara reposo.- comentó la enfermera.

-Nosotros nos encargaremos de eso.- está vez habló Clemont.

-¡Yo la cuidare muy bien!- dijo tiernamente la más pequeñita.

-Gracias chicos.

Ash ni dijo nada, solo miraba la escena. Posteriormente, todoa llevaron a Serena al cuarto en donde se hospedaban.

-Chicos, ¿podrían dejarnos sólos por un momento?- preguntó el entrenador, sorprendiendo a Serena.

-Hay que darles privacidad, hermano.- comentó pícaramente la menor.

-Uh... sí, claro.- Clemont, junto con su hermanita, salieron del cuarto.

Ash, tras asegurarse de que no pudieran ver o escuchar, aunque lo hacía más que nada por Bonnie, se sentó en una cama donde estaba Serena.

-Serena, ¿estás bien?- preguntó el chico.

-Sí, estoy excelentemente bien.- respondió la chica con sarcasmo.

El pelinegro solo hizo una cara de disgusto. La joven dio un pequeño suspiro.

-No estoy bien. Yo... quiero disculparme por lo que te grité hace rato. En verdad, lo lamento.- Serena, increiblemente, estaba dejando su orgullo de lado.

Opuestos (AmourLove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora