Capitulo 27

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Capitulo 27


Sí. Me gustas. Y solo he logrado comprobarlo por la intensidad de tus ojos sobre los míos. Cuando me miras, y me cuesta respirar y mantenerme en pie. Cuando me tocas. Cuando hacemos el amor. Cuando hablas de mí...cuando hablas de otros... y siento que quiero tenerte solo para mí. Cuando me besas y utilizas tus labios como el arma de seducción perfecta. Y lo es, no me quejo. Me encanta. Me encantas tú y todo lo que tiene que ver contigo. Solo te das cuenta de que estas enamorado de alguien cuando no lo piensas mucho en dar la vida por ella. Me pasa. Me está pasando. Me he enamorado de ti, y aunque tú no lo estés de mí... me vas a gustar... siempre... toda la vida... como ese tatuaje permanente que se quedará en tu piel eternamente, así eres tú. Tú...que has logrado volverme loco en menos de 24 horas.

- Respóndeme... - volvió a susurrar ella. Bajó su mano con lentitud, recorriendo el brazo de Sebastian al compás de sus dedos. Este se estremeció. Todo esto era muchísimo para él, tenía tanto guardado dentro de sí que aún no le había dicho.

- ¡Stan! – gritó Robert, entrando rápidamente a la habitación. Sebastian se volteó de inmediato. – ese es mi hombre. – le golpeó un hombro. – sabía que no me fallarías. – le sonrió. – tienes mucho que aprender de él, Evans.

Chris negó con la cabeza, aún sin intervenir.

- Hice lo que pude... - logró decir Sebastian, su cabeza y sus pensamientos volaban hacia otra dirección.

- Ha sido fantástico. Felicidades. – estiró su mano, estrechando la de Sebastian.

- Siempre cumplo con mis casos, señor. – soltó la mano de Robert y una intensa mirada chocó con la de ______________. Ella tragó saliva.

- Espero esta vez sí se haya sentido a gusto con nuestro servicio, señorita Anderson.

______________ asintió ligeramente.

- Gracias... - susurró.

- Su padre ya sabe sobre esto. – prosiguió Robert. – hemos hablado... y... dice que le encantaría pasar una vacaciones con usted.

Ella abrió los ojos. Y el tiempo había pasado. Más pequeño que el tiempo que había tenido para conocerlo, había sido el tiempo que había utilizado para enamorarse. Lo estaba. Y ahora se daba cuenta que todo había terminado. Que las cosas volverían a su normalidad. No más de él... no más Sebastian... no más su sonrisa... no más sus labios, no más sus besos... sus caricias...

Se dio cuenta de que probablemente esto era el final.

24 Horas- Sebastian Stan y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora