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En la mañana Felipe levanto a Eliana de su cama y la llevo al centro del reino Rigel, encontró a mucha gente rara y con vestidos antiguos. Gentes vestidas con sombreros en punta y batas de colores oscuros. Algunos con carros de metal, otros con bolsas. Todos se preparaban para ir a la CEM,
Había gente con sacos de ropa y libros gruesos.
Felipe la llevo a un local de vestidos para escuela y le compro un lindo vestido que era de color marrón y la punta era de un color crema mezclado con amarillo.
Ya habían terminado sus compras cuando se dirigían a sus casas. Las calles estaban oscuras y desoladas, Eliana estaba asustada y Felipe se reía. De un momento a otro un trueno se escucho y dos hombres vestidos de oscuro rompieron un faro de luz y desaparecieron, Eliana estaba asustada por aquel acontecimiento pero Felipe no oyó nada. Eliana no le conto a Felipe , ni ella sabe por qué.
Transcurrieron los días, ya era el primer día de clases. Eliana estaba nerviosa y Felipe la trataba de calmar. Mientras Eliana se vestía delante del espejo, este se oscureció y se escucho un gran trueno, otra vez Felipe no lo escucho y Eliana fue la única en oír aquel ruido, Eliana tampoco le comento este hecho, ya estaban en el CEM cuando Felipe dijo:
— Cuídate mucho de los magos oscuros Eliana
— ¡Apuntado! Suerte.
Toco la campana del colegio
— Bueno adiós
— Adiós Felipe — dijo Eliana entusiasmada.
Felipe se despidió y se marcho.
Ella entro, al principio había un pasillo decorado con cuadros, en el pasillo había puertas con números, al final había un hol grande donde se encontraban las oficinas de profesores, luego había una puerta grande que dejaba pasar a un gran patio de piso de cerámica y techado, hay habían puertas por todo el lugar.
Ella entro y veía a niños tropezar, jugar y gritar. Hasta que un momento todo se callo, todos habían entrando y ella no sabía dónde ir hasta que de la puerta entro un niño, pelo castaño claro, un poco mas pajo que Eliana, vestía unos pantalones mostaza y un suéter abotonado de color marrón.
—hey ¿tu también llegas atrasada? — dijo el niño.
— Este… creo que sí.
— Vamos entra— la dirigió al hol y luego, cuando estaban en frente a la sala 25 se miraron y entraron, no había llegado el profesor, un niño se paro y dijo:
— ¡Dejen pasar a los novios!
En eso llego el profesor y paso lista:
Navarrete: ¡presente!
Sánchez: ¡presente!
Navarro: ¡presente!
¿Bla-blackwell?: presente
¿To-Tokyo?: presente, dijo el niño que acompaño a Eliana a la sala.
Mientras pasaban la lista Eliana miro a ese chico y el a ella. Eliana escribía lo que decía el profesor y miraba al chico.
Cuando termino la clase el chico se acerco a ella y dijo:
— Tienes un raro nombre.
— Tu igual
— ¿De dónde eres?
— De España
— ¿cómo? Si eres maga.
— Mag- yo es que mis padres no… no.
— ¿No están vivos?
— S-si— se entristeció.
— Y-yo igual tengo a mis padres— la miro tristemente— m-muertos.
— Te entiendo ¿cómo fue?
— Bueno mi padre no sobrevivió a la guerra mágica.
— Guerra ¿mágica?
— si pues la guerra mágica.
— ¿Qué es eso?
— No… espera no sabes mucho de magia ¿cierto?
— aha
— Que—extrañado— raro
— Es que mis padres murieron cuando yo recién había nacido según me han dicho. Me dejaron viviendo con mis tíos. Creo que no son magos. Ahora vivo con mi padrino.
— Que mal, yo he vivido mis últimos años en un orfanato.
— Yo…
De repente toco la campana y terminaron la conversación.
Ya había pasado el día y cuando el sol estaba justo arriba de la escolástica todos debían irse a sus casas. Eliana se iba a su casa cuando encontró de camino a aquel niño.
— Espera — grito Eliana — no se tu nombre
— Eh… mi nombre es Chestos Tokyo. ¿Cómo es tu nombre?
— Yo soy Eliana blackwell
— ¿Porque blackwell?
— No lo sé. ¿Por qué Tokyo?
— Tampoco lo se
— Bueno adiós
— Adiós te veo mañana
— Igual.
Eliana se quedo con la duda, pensó y pensó hasta que a su casa llego. A Felipe encontró y con curiosidad le pregunto, Felipe la vio y con dicha le contesto:
— Tu nombre es así porque tu familia de parte papá es de descendencia inglesa.
— ¿Inglesa?
— Inglaterra es un reino.
— Oh
— Si
Eliana sabía muy pocas cosas sobre sus padres.
